Casilda se casa

La boda de Andrea y Jaime en Abadía de Párraces (Segovia)

Los novios no recuerdan haberse visto por primera vez porque se conocen desde que eran pequeños. Jaime, el novio, era el mejor amigo de un primo de Andrea. Hace cuatro años coincidieron en un viaje a Baqueira y empezaron a ligar, pero como ella vivía en Barcelona, pensó que la historia no iba a dar para más. Sin embargo, viajó a Madrid poco después y Jaime apareció por sorpresa en el aeropuerto. «¡Desde ese día no nos separamos!», me cuenta.

Andrea es diseñadora de la firma Matelier, de vestidos de invitada. Para el día su boda, que se celebró el pasado sábado, se ha atrevido con su primer vestido de novia. Buscaba «algo que reflejase a la perfección mi estilo y el sello Matelier». Consistía en una falda con base de organza con distintos encajes y bordados, unidos por tiras de gasa deshilachada a mano. El cuerpo estaba confeccionado en crepe y las costuras iban rematadas en la misma gasa que la falda. «Lo que más me costó fue encontrar todos los encajes y conseguir que tuvieran armonía juntos, sin que quedara recargado», me explica la novia.

José Belmonte de NARS maquilló a la novia, «es un genio y hace que te sientas como una reina. Además es encantador y me lo paso genial con él», asegura Andrea.

José fue desde los desfiles de la Fashion Week de Madrid para maquillar a Andrea y, «realmente fue como si hubiese ido a maquillar a la top model del desfile. Es tan guapa que fue todo un lujo», asegura. Eligió un maquillaje muy veraniego basado en tonos tierra y dorados dejando la piel bronceada e iluminada.

Andrea y José decidieron los ojos ahumados en tonos tierra y melocotón con la paleta Summer Solstice de NARS y los labios en tono nude con acabado mate para conseguir un efecto natural utilizando el lápiz de labios Velvet Matte de la firma.

Patrizia Sanchez se encargó del peinado de Andrea. «Ya confié en ella el día de mi pedida y me encantó. Es muy profesional», añade. La novia llevaba una bata y camisón de Zara Home.

El anillo que llevaba la novia era un diseño creado por Ansorena, «inspirado en una sortija antigua que subastaban ellos mismos», y fue el regalo de pedida de la familia de Jaime.

Andrea creó junto a Javier Gómez Zuloaga (629 289 105 / 915 595 556) sus pendientes. Un diseño de brillantes de diferentes tamaños trepaderos. El joyero supo captar lo que la novia quería «desde el momento en que le conté la idea», explica Andrea.

Los zapatos que llevaba eran de Malone Souliers, un regalo de su mejor amiga. Esta firma «se ha convertido en mi marca favorita de zapatos de tacón; son todos preciosos, originales y cómodos».

Elena Suárez se encargó del ramo. Para que encajara con el diseño, optó por un diseño sencillo compuesto por calas blancas con el tallo largo, sin colores ni volúmenes.

La ceremonia tuvo lugar en la Iglesia de San Bartolomé (Sangarcía) y pudieron contar con el Coro Encanto, un coro infantil que «fue brutal» y «todo el mundo lo comentó», me asegura.

El novio llevaba un chaqué que se hizo a medida en Pugil.

Cuando terminó la ceremonia, se desplazaron a la Abadía de Párraces, en Segovia, para continuar con la celebración.

Los novios llegaron al coctel en un carro de caballos que movían los hermanos y primos de Andrea.

Todas las amigas de Andrea vistieron sus diseños. Al final un total de 45 personas de la boda iban de Matelier. «Fue increíble».

Después de cantar en la iglesia, el Coro Encanto se desplazó hasta «el claustro del aperitivo a amenizarlo con canciones de bandas sonoras espectaculares», me cuenta la novia.

El catering fue obra de Quilicuá Catering & Deco que decoraron, junto a Elena Suárez, el emplazamiento. Encargaron toda la papelería a Amae Paper Studio.

Los hermanos y algunos primos de Andrea, dieron un «concierto» haciendo play-back con canciones de Il Divo.

Las fotos son de Chachachá Fotografía y el vídeo de Minna Fotografía.