La boda de Virginia y Jaime en Toledo I
Virginia y Jaime eran amigos de toda la vida y empezaron a salir hace siete años. Se casaron el pasado 24 de julio en El Molino Blanco, una casa de campo que pertenece a Verónica, la madre del novio, que se encuentra en Toledo.
El vestido de novia era un diseño de T.ba Brides y estaba inspirado en otro de sus diseños de la firma en el que Virginia se había fijado hace tiempo. «Fue una conexión super especial porque todo el equipo entendió perfectamente mi personalidad», recuerda. El vestido era un diseño sobrio y de campo, pero elegante a la vez.
Como zapatos, llevó unas alpargatas de Castañer para estar cómoda y poder bailar.
Saray maquilló y también peinó a Virginia, con dos trenzas y una flor sobre ellas que sujetaba el velo.
Las joyas que llevaba Virginia eran sencillas y significativas: una pulsera de brillantes de su abuela materna; el anillo que Jaime le regaló al pedirle que se casara con él (con el que el padre del novio le pidió matrimonio a su madre); y dos rubíes que fueron un regalo de su madrina.
El ramo de flores fue obra de Aquilea, «¡Cris es un genio de las flores!», asegura la novia.
Se casaron en la capilla de la casa de campo., Era pequeña, dentro solo estaba la familia y los testigos y colocaron fuera pacas de paja con telas por encima para que el resto de invitados pudieran sentarse.
Contaron con Eva Iglesias de Bodas Colorín para la decoración con flores de Aquilea, «es lo mejor que me ha pasado de lejos».
Virginia llegó a la iglesia en el Mehari naranja de su tío y entró mientras sonaba la canción The Ludlows (de la película Leyendas de Pasión).
Los niños iban vestidos con trajes de encajes antiguos diseñados por la madre de Virginia. Además, llevaban flores a juego con las que llevaba la novia en el pelo hechas por T.ba.
Todas las fotos son de Dos más en la mesa y el vídeo de The Bright Side Weddings.
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