La boda de Carmen y Pelayo en Sevilla I
Carmen y Pelayo son una pareja muy especial para mí. Además de muy buenos amigos míos, he vivido toda su historia de amor muy de cerca: se conocieron por unos amigos en común hace seis años en Madrid. Poco después de esto, él dejó su trabajo para dar la vuelta al mundo y, en una parada de su viaje, para asistir a la boda de su hermano volvieron a encontrarse y, desde entonces, empezaron a hablar todos los días. Él retomó su viaje, mandando postales de Asia y Sudamérica a Carmen, que finalmente cogió un avión un 10 de julio de 2016 con destino Tokio para encontrarse con él. «Sin duda el mejor viaje de nuestra vida», siempre cuenta. Después de ese viaje ya no se separaron, él se instaló en Madrid como fotógrafo de bodas fundando Plata.forma.
Decidieron casarse, el pasado 10 de julio en Sevilla, en el Cortijo El Esparragal que también funciona como hotel, por lo que pudieron pasar allí todo el fin de semana con su familia y amigos que venían desde Madrid y Galicia para celebrarlo con ellos. Le encargaron las invitaciones a Paloma Richi.
José Belmonte maquilló a la novia con productos de NARS, una de las firmas favoritas de maquillaje de la novia como me contaba en sus trucos de belleza preboda. En el neceser de Carmen no pueden faltar el colorete Blush Doce Vita en tono oscuro y los polvos bronceadores Laguna de la firma. «Además de ser uno de los mejores maquilladores, José es un amor de persona».
«Potencié su piel con la nueva colección Summer Solstice de NARS. Polvos de sol para broncear la piel y ligeros toques de Orgasm en mejillas y labios para crear sensación de vida y salud», cuenta José. En la mirada utilizó la nueva paleta de verano de la firma usando los tonos cobrizos y miel que terminó con Climax Extreme para las pestañas.
Para cuidar su piel, Carmen sigue desde hace un tiempo las pautas que le ha dado Gracia de la Maza.
Le peinó Amparo Sánchez de forma muy natural. «Sin duda tuve el mejor equipo», asegura la novia.
Los zapatos que escogió eran unas sandalias de Pura López que después cambió por unas Castañer rosas para el baile.
Carmen llevó su anillo de pedida de Javier Gómez Zuloaga (629 289 105 / 915 595 556) y unos pendientes de Barcena que le había regalado su suegra.
Carmen llevaba un camisón de Miss Camisones, firma de una amiga suya, y una bata de Antik.
El vestido lo diseñó Alejandra Valero. La hermana de Carmen había trabajado con ella en Intropia hace unos años. Supo desde el primer momento que su estilo encajaría con ella. Se enamoró al instante de la tela que le sacó Alejandra en la primera prueba: un crepé de lino con flores que iban a juego con las que había bordadas en el velo.
Para completar el look, su madre le regaló un abanico antiguo de carey y su hermana un pañuelo con su nombre y sus flores favoritas bordadas.
De todas las flores y decoración se encargó Matilde Romero Solís. La elección del ramo no fue sencilla, «al llevar tanta flor el vestido me parecía complicado elegir el ramo. Le enseñé la tela a Mati y pensó en un ramo perfecto» me explica Carmen. El resultado final fue un ramo ideal con limonium blanco, pittosporum y rositas ramificadas de pitiminí.
Pelayo, el novio, llevaba un chaqué de MAN y una corbata de Hermès que le había regalado Carmen. Además, llevaba consigo una cámara de película (porque es fotógrafo de Plata.forma) con la que hizo alguna que otra foto durante la boda.
Los niños, Bruno y Lorenzo, sobrinos del novio, iban vestidos de Mamá Madejas.
Brunetta, la madre de Pelayo, estaba espectacular con un vestido a medida de From Lista with Love.
La ceremonia religiosa tuvo lugar en la Ermita de la Encarnación que está al lado del cortijo. «Es preciosa, sencilla y muy íntima». En la iglesia tocó un cuarteto de la Orquesta Sinfónica y a la salida, Bruneta les sorprendió con una Muñeira.
Todas las fotos son de Dos más en la mesa.
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