Casilda se casa

La boda de Ana y Alfonso en Sevilla

Ana y Alfonso se conocieron cuando solo tenían quince años. Los dos veranean desde siempre en Punta Umbría, «la primera vez que me fijé en él fue un domingo de agosto en misa», recuerda la novia. Tuvieron una hija, Anita y, cuando cumplió un año, Alfonso le pidió que se casara con él. «Teníamos claro que, independientemente de que se pudiera celebrar o no, nos íbamos a casar», asegura la novia.

Se casaron en Sevilla y las fotos son de Mónica Ortega, amiga de la novia, quién le recomendó a Marieta Nogueras para que se encargara del peinado y maquillaje de Ana y de su madre. Antes de la boda, Ana preparó su piel en Clínica Doctora García.

Ana tuvo muy claro cómo quería que fuera su vestido de novia: sencillo, pero no clásico. Carmen Maza supo captar la idea desde el principio.

La novia conoció los perfumes de Narciso Rodriguez durante una de las pruebas en el taller de Carmen Maza. «Cuando probé For Her Pure Musc, no dudé en que sería el que llevaría el día de la boda y mi abuela me sorprendió regalármelo en la pedida».

Como joyas, Ana llevó el anillo de pedida con aguamarina y diamantes. Además, unos pendientes de Antiksuk, «no quería los típicos de novia».

Los zapatos fueron una compra casi de última hora. Ana ya tenía unos, pero vio otros en Internet, «tuve un flechazo, los compré y descarté los primeros».

El ramo fue un regalo de la madre de Alfonso y lo diseñaron en La Galería de Jesús Fuertes. La novia no conocía esta floristería hasta que le llegaron las flores para la pedida. También se encargaron de decorar la iglesia.

Anita, hija de los novios, llevó un vestido con capa de bordados antiguo que pertenece a la familia de Alfonso. La madre de Ana iba con un vestido de Colour Nude, zapatos de Belle Hari y tocado de Buffuna Hats.

El novio se puso el chaqué que su padre llevó el día de su boda. Una corbata de Carolina Herrera y los gemelos que le regalaron en la pedida. Y también, la madre de él, optó por un conjunto de Carolina Herrera.

Se casaron en La Paz porque es la parroquia a la que van a misa y, además, los hermanos de la novia pertenecen a la hermandad desde pequeños.

Después, se trasladaron a la Hacienda Torrequemada que pertenece a la familia del novio y estaba decorada por el equipo de Mirka Eventos.

El catering lo sirvió Santa Teresa que se adaptó a todos los cambios debido a la situación. «A última hora optamos por ofrecer un cóctel porque tuvimos que reducir el número de invitados y pensamos que sería lo más cómodo», recuerda Ana.

Para la música eligieron a StaffSound y Ana abrió el baile con la canción Can´t take my eyer off you de Frankie Valli.

Ana me cuenta que tiene la suerte de tener a una de sus mejores amigas como fotógrafa, Monica Ortega. Ella, junto con Lucía Cherubina, se encargaron de las fotos. El vídeo es de Emotion Film.