Casilda se casa

La boda de Alejandra y Carlos en Valencia

«Éramos unos niños cuando Carlos y yo empezamos a hablar por Messenger. Él desde Valencia y yo desde Bruselas», así empieza la historia que me cuenta Alejandra, la novia de este post, sobre cómo se conocieron.

Los dos, bajo un pseudónimo, hablaban de todo un poco aunque siempre terminaban con sus temas favoritos: arquitectura para ella y fútbol para él. Diez años después, Alejandra volvió a Madrid y quedaron para tomar un café «en un bar de Lavapiés», recuerda.

El vestido de Alejandra representa esa pasión por la arquitectura con un diseño de Sofía Delgado inspirado en el Palacio Stoclet. Un edificio de Josef Hoffmann que está en la Avenida Tervuren de Bruselas. » En mitad del recorrido que hacía cada día para ir de casa al colegio y, más tarde, a la universidad».

Sofía supo trasladar lo más esencial y austero del edificio en un vestido libre de ornamentos con tres delicadas capas de organza superpuestas para traducir la verticalidad del edificio. La transparencia y ligereza se contrastó con una tela más pesada y opaca que actuaba de base.

Una tela con historia que enterneció a la novia al saber que fue un flechazo para la diseñadora que la guardó porque ninguna novia se atrevía con ella y hasta la jefa de taller la temía. La tela está compuesta de hilos gruesos cosidos a una base de organza en solo algunos puntos lo que hace que adquieran movimiento al tacto.

La idea de llevar sombrero fue a raíz de redactar la lista de invitados, «Creía que asistirían 300 personas y me intimidó proyectarme como anfitriona de un evento tan multitudinario», asegura Alejandra. «Ponerme un sombrero me escondería». Aunque, debido a la pandemia, tuvieron que reducirlo finalmente a muy pocos invitados, «fue una boda sencilla y entrañable».

Isabel Terroso, al frente de la sombrerería Balel, ejecutó una obra de arte. «Me fascina la metodología tan minuciosa y cómo aprendió a hacer sombreros destripándolos, abriendo y desmontando otros antiguos para descifrar el proceso de ejecución».

Como joyas, Alejandra llevó unos aros de oro que le regaló su hermana Leti y un reloj Art Déco de su abuela que no pudo estar en la boda.

Los zapatos eran de Salvatore Ferragamo que compró en su primera salida del desconfinamiento.

Kuki Giménez y Gala Philippe peinaron y maquillaron a todas las mujeres de la familia.

El ramo fue una improvisación días antes de la boda en una floristería valenciana. «Pasamos mi madre y yo a la cámara frigorífica donde conservan las flores y las elegimos». Llevó once claveles solo con su tallo.

Los conjuntos de los niños los hicieron la novia y su madre. «Descosimos el traje de novia de mi madre; los teñí con cebolla y remolacha para experimentar con la organza durante el confinamiento y el resultado me encantó», recuerda Alejandra.

Tanto las invitaciones como los meseros los diseñó la novia. Las invitaciones eran collages que simulaban un mapa abstracto de la Iglesia y de la masía. Los meseros eran una colección de imágenes variopintas sobre pintura o arquitectura que escenificaban el arte de sentarse a comer en una mesa, en familia.

Por otro lado, Oscar Sánchez Lozano, del taller de encuadernación La Eriza, hizo dos cajas para guardar todos los recuerdos como la planificación de la boda durante una pandemia con salvoconductos, sellos para cartas, meseros de aquellos que no pudieron estar…

La ceremonia fue en la Iglesia San Juan del Hospital, en Valencia. El lugar conmueve por su sobriedad de piedra que los novios quisieron mantener sin añadir flores ni alfombra.

La música de la Iglesia fue interpretada por la Coral de l’Asociació d’amics de Cristòfor Aguado de Picassent, de la que es directora María José, la madre del novio. Para la entrada de Alejandra interpretaron The Lord bless you and keep you de John Rutter.

Después, lo celebraron en Masía Niñerola, rodeada de campos de naranjos, y contaron con el catering del Grupo Noray.

Alejandra y Carlos bailaron Berlín de Coque Malla con Leonor Watling.

Todas las fotos son de Daniel Gramage y este vídeo de Santi Mira, amigo del novio, lo colgó la novia en su cuenta de instagram y me encantó.