La boda de Gabriela e Ignacio en Los Cuadros, Madrid
Me encantan los retratos de familia donde algunos miembros aparecen sentados. Y, al ver la foto que abre este post en la cuenta de Instagram de From Lista With Love, donde la novia posa con los diseñadores de su vestido, como en esos retratos de familia, me puse en contacto con ellos para ver si me podían ayudar para publicar las fotos de esta boda.
Me encanta también que los novios se conocieron por un error. «Ignacio me confundió, a la salida de misa, con una amiga en común que se llama también Gabriela. Me tiró de la coleta diciendo: «¿qué pasa Gabriela que no saludas?». Me di la vuelta y al ver su equivocación se quedó bastante cortado.» A partir de ahí, coincidieron en diferentes planes, todos los domingos en misa y, a final de ese año, empezaron a salir.
Doce años después, celebraron su boda en Madrid. La novia vivía y vive en Valencia («espero que ya sólo unos meses»), por lo que la organización de la boda en Madrid estuvo a cargo de su madre. «Le estoy agradecidísima porque en la vida habría podido salir todo mejor», asegura Gabriela.
Álvaro Talayero se encargó del maquillaje y el peinado de la novia y «fue todo un acierto y una suerte contactar con él y que estuviera disponible», cuenta Gabriela. «Supo encajarme muy bien de modo que, aunque fuera maquillada, yo no me notara rara».
En el pelo, Gabriela quería una trenza de raíz recogida hacia dentro, «ha sido siempre el peinado con el que me he sentido más cómoda, es cómo me peinaba para montar a caballo». Terminó el peinado con un broche desmontable en pendientes que le prestó su abuela y que la madre de Gabriela montó de tal forma para que lo pudiese llevar de la misma manera que su abuela cuando se casó.
Gabriela llevó el anillo de pedida que le regalaron los padres de Ignacio, diseñado por Javier Gómez Zuloaga (629 289 105 / 915 595 556). Los pendientes, también de Javier, fueron regalo de sus hermanos y cuñada.
El vestido de Gabriela fue un diseño de From Lista With Love. «Tenía clarísimo que iban a ser ellos desde que les conocí hace doce años cuando buscaba dónde hacerme el traje para mi puesta de largo y Jesús Moraime, que es muy amigo de Javier y Macarena y de mi familia, nos lo recomendó». La madre y hermana de la novia llevaron también vestidos suyos.
Gabriela quería unos tacones de Giuseppe Zanotti, pero no encontraba el color que buscaba. «A principios de enero, me compré unos en color nude«. Sin embargo, dos semanas antes de la boda «encontré, de casualidad, los que quería y menos mal, porque, sin lugar a dudas, es el tacón más cómodo que he tenido», cuenta la novia.
El ramo estaba compuesto por rosas de David Austen, Astrantias y Eléboros, hecho por Aquilea con las indicaciones de Jesús Moraime.
La ceremonia fue en la Iglesia de San Pedro Apóstol, en Fuente del Saz. «Es enorme y preciosa con un retablo de Francisco Rizzi, espectacular». Sonó la música de Walter Leonard de Favola in Musica.
Ignacio, el novio, llevaba un chaqué de Suitz y su madre, Marisol, se hizo el traje de madrina en Jorge Vázquez.
La sobrina de Gabriela llevó con un vestido verde oscuro hecho por Patricia, una costurera, con unos encajes antiguos en el cuello de Javier y Macarena (de From Lista With Love). En la cabeza, llevó una corona de Aquilea.
La celebración posterior fue en la recién inaugurada Finca Los Cuadros que pertenece a La Blonda, «nos costó mucho encontrar un sitio que nos gustara y que tuviera cabida para mínimo 600 personas. La verdad es que tanto Jaime como Diego nos han dado muchísimas facilidades en todo momento», asegura Gabriela.
Tuvieron que incorporar carpas adicionales de Tolder y lo hicieron respetando una encina que había en el espacio, «parecía que estuvieras en el campo». La decoración fue obra de Jesús Moraime (muy amigo de los padres de Gabriela), junto con Aquilea y las madres de los novios. Además, «en todo el montaje de la boda nos ayudó Cristina de La Blonda y fue una gozada contar con ella, puso en todo momento facilidades y soluciones».
En el baile sonó el Waltz nº2 de Dmitri Shostakovich.
Y, para la fiesta, contaron con Dándote Ritmo. Gabriela asegura que «no paramos de bailar, acertó con todas las canciones e hizo un montaje también muy chulo».
Todas las fotos y el vídeo son de Enrique de Walther Santafe&Liven, «Fue una gozada contar con él, lo hizo todo comodísimo».