La boda de Stella y Fede en Sarriá (Barcelona)

Stella llevó el vestido ‘Bárbara’ de Cortana. «Tiene una calidad atípica». Ella trabaja como diseñadora en Massimo Dutti y tenía una idea muy clara de lo que quería, pero, tras una búsqueda muy amplia en la que nada le convencía, «fuí a Cortana y me enseñaron este vestido que no tenía nada que ver con mi idea inicial y realmente me enamoré. Era yo en vestido». Lo combinó con unas alpargatas de Sézane.

Como joyas, eligió dos pendientes distintos. Unos para la iglesia y el aperitivo que eran unas esmeraldas con brillantes antiguas de la abuela del novio y que le regalaron los padres de él en la pedida de mano. Y, en la comida y fiesta, unos aritos de oro blanco con brillantes de Rabat, regalo de su abuela.

Además, llevó una pulsera de tres líneas de perlas unidas con brillantes que también fue un regalo de su abuela Susi, a la que se la habían regalado sus suegros al prometerse, de J. Roca.

«De anillos llevé el de pedida de brillantes y otro muy especial, regalo de mi abuela Susi cuando cumplí 18 años, que era un rubí con brillantes antiguos mi tatara-tatara abuela. Es mi favorito», afirma Stella.

«El maquillaje lo quise lo más sutil posible porque nunca me maquillo».

El peinado se lo hicieron en la peluquería de confianza de la novia, justo debajo de su casa. «Siempre llevo moño bajo y no quería otra cosa para el día de mi boda». Lo terminó con un broche antiguo de brillantes de su abuela Lourdes para sujetar el velo de tul de Cortana.

Los pajes eran los sobrinos de Fede y una prima de Stella. Las niñas iban con vestidos de Bombü Kids y unos sombreros hechos por la novia.

Se casaron en la iglesia del colegio Sagrado Corazon de Sarriá en Barcelona. «Era la iglesia de mi cole, siempre había soñado con casarme ahí», recuerda Stella. Cantaron 15 personas de la Coral Cármina, «gestionada por mi profesora de coro del cole y mi hermana Andrea cantó el Ave María de Noa durante la comunión».

Fede, el novio, llevaba un chaqué hecho a medida en Tailoring de Massimo Dutti; el reloj que le regalaron los padres de Stella en la pedida; y una corbata en verde y blanco (que son los colores del equipo de fútbol en el que siempre ha jugado). Los zapatos se los regaló un amigo, dueño de la firma de complementos de hombre Gentl Supply.

La celebración posterior fue en una casa familiar llamada ‘El Almendro’, de la bisabuela de la novia. Una casa colonial en el Maresme donde Stella pasa los veranos con su familia. «Es un sitio muy especial para los dos porque Fede se ha unido al plan desde que somos novios». Toda la decoración fue obra de Cayana que también se encargó del ramo de Stella.

«¡Dieron un giro a la casa! Decoraron todo el aperitivo, baños, zonas chill out, sacaron todos los muebles de la casa y los retapizaron con linos creando diferentes ambientes… Siempre manteniendo una estética campestre y silvestre».

La parte de carpintería la hizo el padre de Stella y pusieron toldos para solucionar los puntos de sol durante la comida. «Quedó muy bonito gracias a Carpas Maho«.

De toda la papelería se encargó la madre de la novia que es fanática de la caligrafía y escribió todo con plumilla en color verde oliva. «Estamos muy agradecidos por la ayuda de nuestros padres, que nos han apoyado muchísimo», recalca Stella.

El catering fue Le Chef que ayudaron a los novios a hacer algo diferente sirviendo todo de forma casera con un plato mar y montaña de albondigas de langostinos y ternera con salsa de setas.

EN’A Dj puso la música durante la fiesta.

Fede, el novio, es ingeniero y organizó toda la parte técnica de la boda y Stella, la artística. Todo con ayuda de Alexandra de A.M. Eventos que «fue nuestra mano derecha y un gran punto de apoyo que ha ayudado a que la boda saliese cómo salió». Las fotos y el vídeo son de Leo García Méndez y su equipo.

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