La boda de Lucía y Jorge en Sotogrande
Lucía Jimenez es una de mis fotógrafas de boda favoritas del sur, la recomiendo siempre. El año pasado tuve la suerte de pasar unos días en su casa de Marbella, donde vive con Jorge, y pude entender la sensibilidad estética que demuestra en sus fotos cuando me adentré en su mundo, su casa, sus perros, las cenas en Trocadero –que pertenece a la familia de Jorge– y el plan tan divertido que tienen allí. Se casó en septiembre y fue una de las bodas más locas en las que he estado, estoy feliz de despedir el año publicando una boda tan especial.
«Conocí a Jorge en 2012, a través del marido de mi prima Casilda que nos presentó en una cena en Oropesa. Querían que ligásemos, lo típico que nunca sale bien. Al final la cosa funcionó. Por entonces, él vivía en Almería y yo en Londres, después de un año a distancia yo me tiré a la piscina y me fui a vivir a Marbella con él. Y hasta hoy», comienza.
Lucía es guapísima, tiene una belleza muy natural que en su boda realzó con el maquillaje de Jess de The beauty spot (675 01 63 51). «Había coincidido con ella trabajando y me encantaba. Para el pelo tenía claro que quería a Oscar, un amigo que conocí a través de mi cuñada y que venía invitado. Además de peinarme, se iba ocupando de todo durante la boda y fue quien se encargó de mi cambio de look para el baile». Mientras se preparaba, llevó una bata de Esmarfiles que le regaló su amiga Loreto.
«Yo no me veía vestida de novia, así que mi cuñada Fátima de Burnay me enseñó un camisón antiguo que le había regalado su madre. Me encantó nada más verlo y me quedaba perfecto, solo tenía que hacer un par de arreglos. Mi madre quería que llevase velo, a mí la idea no me pegaba mucho con el camisón pero encontré en Cortana una chaquetilla que hacía la función de velo y además tenía mangas y un poco de cola».
«Con los zapatos lo pasé regular porque se me veían los pies, era importante que fuesen bonitos y no muy llamativos. Al final me puse unos que me prestó mi amiga Loreto y que pegaban mucho con el traje. En el cóctel me los cambié por las sandalias Tribute de YSL».
«El ramo me lo hizo Sandra, de Vistiendo la Vida, junto con toda la decoración de la boda. Yo quería un ramo de margaritas pero al final Sandra me sorprendió con un ramo mucho más bonito de solidagos, cardos de la Magdalena, tanacetum balsamita blanco y siempre viva», recuerda Lucía. De joyas llevaba unos pendientes antiguos de su abuela, de rubíes y diamantes, un anillo que le regaló su suegra de diamantes pequeños y el anillo de pedida.
La Iglesia fue el Santuario de la divina misericordia, en Guadiaro.
Los niños iban vestidos de Marta Ussía, que encontró una tela increíble, tipo africana, que pegaba perfecto con el estilo de la boda.
Escogieron casarse en Trocadero Sotogrande porque querían celebrar su boda en un sitio que fuese único. «El hecho de que estuviese frente al mar y el estilo que tiene coincidía totalmente con lo que buscábamos. El catering lo ponía el propio Trocadero, hicimos un cóctel largo con estaciones de todo tipo y luego sentados tomamos un plato principal y un postre».
«De la decoración se encargó Sandra de Vistiendo vida, no me apetecían flores por lo que se me ocurrió hacer una decoración tropical, con hojas y frutas tropicales, me parecía que encajaba muy bien con Trocadero. Sandra lo plasmó mejor que como lo había imaginado en mi cabeza».
«De la papelería se encargó Fátima de Burnay, mi cuñada. Primero con las invitaciones y luego con los meseros. Todo lo que hace es alucinante», recomienda Lucía. Os hablé de su trabajo como ilustradora en el post ‘Pon un ilustrador en tu boda’.
Los novios decidieron que la mesa presidencial sería para ellos dos. Una costumbre muy habitual en Italia que me parece demasiado genial.
Lucía abrió el baile con su hermano y padrino al son de El Plebeyo, de los Morochudos.
Para la música decidieron contratar a Xite&co, Lucía había coincidido con ellos trabajando y además del músicote que pinchan, que me encanta, ellos son lo más.
Para las fotos Lucía escogió a su amiga Fabia Rodi. «Además de que me encantan sus fotos, fue lo más porque tengo confianza con ella, estuve cómoda todo el rato. El vídeo se lo regaló Adrian Santana, era un invitado más pero quiso que ese fuese su regalo, para mí el mejor sin duda.
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