La boda de Casilda y Willy en Llanes

En todo este proceso la novia me ha repetido muchas veces lo agradecida que estaba a todos los amigos y proveedores que se volcaron e involucraron en ella. «Lo que más me gustó fue lo casero de muchas cosas y la ilusión que pusieron nuestras familias y amigos porque fuera un día tan bonito como fue. Willy y yo llevamos juntos un montón de tiempo y nos casamos con bastante poca antelación, por lo que muchos de nuestros amigos se volcaron con nosotros para llegar a tiempo», recuerda.

Laura Armada de Bobbi Brown de Gijón maquilló a Casilda. El peinado se lo hizo en una peluquería de Llanes Mar Peluquería, finalmente llevó un tocado era de Conchitta. «Fui la última semana antes de la boda con el vestido y me pareció que aconsejan fenomenal».

«Victoria de byLunville se dedica a hacer bordados espectaculares, pero a veces hace vestidos a amigas así que le pedí ayuda para el mío. Tiene muy buen gusto y es muy creativa, y además es muy divertida y fácil. Me hizo un vestido sencillo con el que me quedé por la noche. La pieza de arriba la compré en Intropia. No lo tenía pensado pero cuando me lo probé me encantó. Con ayuda de Victoria lo abrimos a modo de batín, estrechamos las mangas y añadimos unos encajes de un vestido de mi abuela. Era comodísimo y fue todo muy fácil».

El anillo de la pedida de mano lo encargaron en Mariano Romo. Los pendientes se los regalaron sus amigas y la pulsera era de su abuela, igual que la medalla del ramo.

El ramo era de Inés Urquijo. Como yo, la novia está obsesionada con todo lo que hace esta florista. Le dio algunos detalles e Inés la sorprendió.

Los chaqués de Willy y del padre de la novia son de Sirpool y los chalecos de Anglomanía. Los dos llevaban una ‘siempreviva’ de San Roque.

La ceremonia fue en la Basílica de Llanes, la Iglesia de Santa María del Conceyu, y la celebración en el Palacio del Cércau. Todo estaba al lado por lo que todo fue andando. A pesar del diluvio de los días de antes, que dio lugar a un montón de imprevistos, tuvieron la suerte de que hizo tiempazo durante el finde y eso facilitó todo.

La madre de Willy, el novio, llevaba un vestido de Miriam Gálvez, y un tocado muy especial de Mariana Barturen.

La salida fue con la música de la danza peregrina que es un baile de las fiestas de San Roque y los invitados bailaron el paso de la danza con el bastón.

Pusieron gaiteros a la entrada del Palacio y un grupo de baile regional a los que la hermana mayor de la novia y su novio se unieron. El aperitivo era muy asturiano con sidreros y verdinas.

Los meseros fueron un regalo de Gaspar, de GPMA Studio ([email protected]), que tiene un estudio de Arquitectura+Diseño pero que también hace a veces encargos personalizados de este tipo. Manuel, el dueño de Viveros la Solana hace unas mesas irregulares de castaño con plantas en el centro y pusieron algunas. El catering fue de Sol Gimeno de Llanes y los manteles de A de Lola, geométricos azules a juego con la moqueta turquesa.

Estudio Moss, que hacen proyectos de interiorismo y muebles a media, les regalaron, para dentro de la carpa dos árboles con dos bases de hierro y ramas naturales iluminados. Decoraban muchísimo y parecía un bosque. «Como nos divertía, se vinieron cinco amigas y familia unos días antes para cortar enredaderas, castaño, troncos, manzanas… para hacer centros y durante el verano se dedicaron en casa a secar hortensias», explica Casilda.

El DJ fue Chema Erasun de Santander. La novia había ido a varias bodas suyas y siempre se lo había pasado fenomenal. abrieron el baile con Formidable.

El sitio donde recenan en Llanes cuando salen de noche en verano, les llevó sus pizzas para la recena y volaron. Además pusieron dos hogueras fuera para que la gente asara chorizos. Un detalle que me encanta.

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