La boda de Paloma y Gonzaga en Marbella
Gonzaga y Paloma se conocieron hace 12 años en Marbella, donde ambos veranean, en una fiesta. Tras ocho años de noviazgo se casaron allí el pasado 23 de julio de 2016 .
«Para la elección del vestido, lo tuve claro desde el segundo uno: Teresa Helbig. A parte de que encaja perfectamente con mi estilo, me había hecho los trajes de invitada para la boda de dos íntimos amigos y la relación, tanto de mi madre como mía, con ella y su equipo (en especial Manuela) ya era de amistad. Toda la complicidad que compartíamos se vio reflejada en la primera prueba, ya que tuvimos ambas clarísimo el vestido. Yo me inspiré en mi traje de novia favorito, el que llevó Vanessa Traina en su primera boda, y Teresa lo adaptó a su estilo mejorando mi idea, hasta hacer el traje más bonito que había visto», explica Paloma.
Las flores son de Roberto Silvosa, de Marbella.
El velo también es de Teresa. El tocado y los gemelos los hizo Beatriz Natmar (colaboradora de Teresa) y estaban hechos de cera de velas moldeada cuidadosamente.
Paloma se vistió con sus mejores amigas, en el Hotel Guadalmina, y le acompañó desde las dos de la tarde Natalia Salama, que es como una hermana para la novia.
Llevó unas sandalias de Valentino.
La ceremonia fue en la Capilla de Guadalmina. «Siempre preferí la capilla porque aunque fuese pequeñita, tiene muchísimo encanto y me sentía en casa».
El sitio donde lo celebraron fue la Finca de la Concepción. «Lo conocimos porque ahí se casó una amiga de Gonzaga hace años y yo quedé enamorada de la casita azul donde precisamente decidimos hacer el baile», explica Paloma.
La temática de la boda era África y sus animales. A los dos les encanta. «Para los meseros, la caligrafía y el menú contamos con la ayuda de Rocío Huerta (El Tintero Madrid), a quien, sin duda, recomiendo por tener una paciencia y un gusto maravilloso».
«Respecto a la boda en general lo tuve muy fácil ya que mi madre fue mi wedding planner desde el principio, y fue la que soportó todo tipo de estrés y nervios por mi parte. De la decoración se encargó ella y fue con la ayuda de Kokko Eventos quienes diseñaron la iluminación y la decoración de la boda».
Dieron tres ramos: dos a las íntimas amigas de la novia (Casilda y Carlota) y otro a su hermano José, «que más que un hermano es un amigo».
El baile lo arrancó la novia con su padre con una canción que siempre les ha encantado With every heart beats.
De la música se encargó Julio Torres. «Lo tuve claro desde el principio ya que había estado en bodas en las que el pinchaba y me había parecido el mejor con diferencia. Y acabé de convencerme cuando tomandome unos vinos con él me di cuenta de que tenía un equipo estupendo y la música que nos gustaba era la misma. Y fue todo un acierto. Sigue llamandome la gente felicitandome porque no paramos de bailar».
Las fotos y el vídeo las hicieron Liven Photography. » A parte de entregarnos un resultado increíble, gestionaron perfectamente nuestros nervios, sin duda repetiría. Mención especial a Ana porque los preparativos con ella fueron lo más, parecía una quedada de amigas», recuerda Paloma.
Paloma cierra su explicación con una frase que lo resume todo: «Si tuviese que describir mi boda diría que fue el día más feliz de mi vida y si pudiera lo repetiría todos los años».