La boda de Mónica y Thomas en Arcangues, Francia
Descubrí la boda de Mónica y Thomas gracias al hermano de la novia, Alberto, con el que coincidí en Londres el pasado invierno. Sentados en una cocina helada, cenando una pizza congelada con nuestra amiga la diseñadora de Pol, me contó que su hermana estaba organizando su boda en el sur de Francia desde NY y hablamos de wedding planners y talleres de novias. Por eso me hace mucha ilusión publicarla.
Mónica y Thomas se casaron el pasado 9 de Julio en Arcangues, Francia (cerca de Biarritz). La novia me cuenta todos los detalles. «Elegimos casarnos ahí y tener a todos los invitados alojados en San Juan de Luz porque la zona es muy especial para nosotros. Yo siempre he ido a esa playa y Thomas también veraneaba ahí cerca cuando era pequeño (¡mucha casualidad!). Además es un sitio intermedio para los dos, ya que Thomas es medio francés, medio alemán».
El vestido de novia es de Jorge Vázquez. «Cuando decidí hacerme el vestido con él, como vivimos en NYC, le envíe un board de Pinterest con algunas ideas porque no teníamos muchas oportunidades de interacción…así que solo con eso me enviaron unos bocetos. Yo estaba en San Miguel de Allende por una boda y los vi nada más despertarme…¡me enamoré de este vestido en cuanto lo vi! A día de hoy no me explico lo bien que captó Jorge la esencia de lo que estaba buscando».
Del maquillaje y el pelo se ocupó Erika Galea.
Los pendientes que llevó Mónica tienen una historia preciosa. «Hace varios meses entré en una tienda de joyas vintage de NYC para echar un ojo mientras Thomas se fumaba un cigarro fuera. Vi unos pendientes estilo art deco que me chiflaron. Cuando salí le dije que había visto los pendientes con los que me gustaría casarme y los debí describir un poco porque la semana de nuestra boda, mientras desayunábamos en la playa de San Juan de Luz, Thomas se sacó del bolsillo de la camisa una cajita con los pendientes. Me contó que estuvo en la tienda una hora buscándolos con la dueña hasta que se decidió que tenían que ser estos los que yo le había descrito. Fueron mi algo azul y algo viejo», recuerda.
Los zapatos son de Valentino. «Confieso que, igual que una de las novias que sacaste hace poco, tenía ganas de comprármelos así que fue la mejor excusa», se ríe la novia.
Para el ramo y las flores se reunió con Izaskun de Flowers & Co, una semana antes de la boda, y solo le dio dos indicaciones: quería un ramo silvestre y tenía que tener alguna peonía porque se lo iba a regalar a su amiga del alma y era su flor favorita. «El día de la boda me sorprendió con un ramo maravilloso».
La ceremonia religiosa fue en Eglise Saint-Jean-Baptiste de l’Uhabia y lo celebraron en el Chateau D’Arcangues a 300 metros de la iglesia para poder ir dando un paseo con Thomas y sus amigos y familia.
Durante el cóctel tuvieron un grupo de jazz de la zona que tocó jazz manouche, que le encanta a Thomas.
El catering fue Bokado y los eventos de los tres días de celebración los organizó y decoró El Sofá Amarillo. «La cena decidimos hacerla en un espacio del Chateaux que nos encantaba pero donde nunca se había hecho antes y la verdad que fue un acierto. Yo siempre había querido tener mesas largas, así que tuvimos dos mesas imperiales con flores de Flowers & Co», recuerda la novia.
El DJ durante la fiesta fue Bengoa y los fotones (no sabéis lo que me ha costado hacer la selección porque había millones de fotos preciosas) son de Volvoreta.
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