Lista de noviembre 2014
Me comí la Lista de octubre por un exceso de bodas y líos varios. El tapón de bodas bonitas es enorme, pero puedo prometeros que saldrán publicadas todas a su tiempo y que se acercan grandes vestidos (como el de María, con estampados chinos y una corona de Brumalis), grandes espacios (una boda de ensueño en Normandía), grandes zapatos (Aquazzura es el nuevo Loboutin) y grandes decoraciones (el catering 21 de Marzo sabe como hacerlo bien). Comencemos:
Vestido. El motor para ponerme a hacer esta lista corriendo y del tirón, y no dejar que noviembre también se me escapara, ha sido la estelar aparición de Jenna Lyons (ídola de siempre) en la boda de Solange. No es la invitada perfecta (va de largo y de blanco) pero sí la perfecta novia de invierno que sabe cómo abrigarse y también cómo ser especial. Podéis encontrar más ideas para novias en clima frío en este tema de Vogue Novias: 25 ideas para novias abrigadas.
Flores. Estoy como loca y ya lo dije con la nueva floristería en Madrid La sastrería de las flores. Ellas, Irene y Sara, han trabajado con las mejores y han decidido no quedarse encasilladas ni en el silvestre deluxe, que está tan de moda, ni en el clasicismo extremo de otras tantas. Se estrenan con esto y me encanta:
Invitadas. La invitada de Lanvin (así como la de Stella McCartney) lleva flecos, como un variable con color de los vestiditos de las Rockinhorses. Recuerdo, cuando buscaba vestido para la boda de mi hermana, que probé con varios diseñadores y todos torcían el gesto cuando decía la palabra flecos. Vuelvo a decirlo alto: FLECOS.
Belleza. Últimamente pienso que «la dirección secreta» es un término que ha perdido efecto con la ola de blogueros e instagrameros, entre los que me incluyo, como las palabras evento o venta especial. Ya no es lo mismo. Por eso ahora que todo el mundo es prescriptor, ya sólo me fío de personas muy especiales para algunas cosas muy concretas.
Mechas, tintes y cortes de pelo es una de ellas. Sólo me creo lo que dicen Ana Rojas, Sara Fernández o Ana Tovar, estilistas de Vogue, a las que tengo sentadas alrededor todos y que coinciden en hablarme de Quique de EspacioQ. «Realiza tratamientos exclusivamente con productos Aveda, asesora impecable para el color (sobre todo es especialista en rubios), es un encanto y atiende en un espacio ideal».
Voy mañana a las 17.45h (C/ Manuela Malasaña, 25).
Zapatos. Me pasaron las fotos del desfile de Delphine Manivet y los zapatos de Repetto (que ya saqué en este post de La Lista de Junio 2013 ); son sin duda lo que más me gusta del desfile. Poco práctico para bajitas, eso sí, pero tan cool…
Invitadas. Estoy rechiflada con la página de la fotógrafa Pilar Hormaechea, con un ojo muy bueno para ideas para invitadas como estas dos opciones. El vestido y el mono son ambos de Popi&Hafner.
Regalos de boda. Piluca Hueso de Rue Vintage 74 sigue teniendo verdaderos tesoros en su tienda online. El apartado A Mesa Puesta, con cosas tan delicadas como estos platos, es clave para preparar cenas esta Navidad.
Cátering. Siempre he dicho y siempre diré que Mentidero de la Villa es el mejor por su solomillo, su atento servicio, sus dueños involucrados hasta las trancas etc y porque además tiene restaurante en Madrid, en la calle Almagro 20 de Madrid, concretamente a un paso de mi casa, lo que me permite disfrutar de su tartar y su solomillo más allá de las bodas.
Accesorios de invitadas. Me dedico a recolectar fotos últimamente de chicas con sombrero de ala ancha negra. Estas dos son mis favoritas y mi gran inspiración para cierta boda que será en abril.
Fotógrafo. Me encanta Venetia Scott, y sus creaciones como fotógrafa y estilista. Son todas tan rosas, tan claras, tan burguesas, tan inglesas, tan Las Vírgenes Suicidas… Una mezcla extraña que siempre me gustó y que terminó de enamorarme con las fotos de Vogue UK de Octubre de 2013 llamadas «Dream a Little Dream» o con Georgia May Jagger y su última moda en Vogue UK Noviembre de 2014 con fotos como esta.
Idea. Cenando el otro día en Cabaña Marconi, por el cumpleaños de mis amigas Carolina y Marta, la conversación derivó en setas. Un amigo contaba que salió a coger setas y no encontró ninguna, por lo que volvió enfadadísimo del plan. Otro, por fastidiarle apuntó: «yo fui a dar un paseo con mi padre y encontramos un montón, volvimos a casa con las mochilas llenas» y un tercero dijo entonces una frase que me hizo pensar: «Si es que es mejor salir a pasear y si encuentras setas pues te quedas tan contento que salir a buscarlas». Y pensé que era una buena aplicación para muchas cosas de la vida. El «cuando menos te lo esperas» del que tanto hablan. OK, podéis llamarme Georgina Bucay.