La boda de Janet de Terria en Biarritz
Conozco a Janet, una de las fundadoras de Terria, desde los quince años por una amiga en común y me hace mucha ilusión publicar las fotos de su boda. Desde pequeña pasa los veranos en Biarritz con su familia y tenía muy claro que quería casarse ahí, en una boda de día, muy familiar y con muchos amigos.
El vestido fue diseñado por Navascués. «Han sido unas grandes aliadas y que han conseguido que cada prueba fuera un momento divertido y muy especial», me explica Janet.
La peinó Silvia, una peluquera amiga de la familia y se retocó el color con el Director de Color, Warren Doyle en Aveda Madrid Lifestyle Salon & Spa. Del maquillaje se ocupó su amiga Victoria Albízuri (también maquilló a Inés, otra novia del blog).
Tenían claro que la Iglesia tenía que ser la de San Juan Bautista en un pueblecito, a 10 minutos de Biarritz, llamado Arcangues. «Ese pequeño pueblo ha significado muchísimos momentos buenos para mi familia».
Para la celebración se decidieron por el Chateau d’Arcangues porque les ofrecía la posibilidad de poder organizar todo como con total libertad.
Elegir catering fue más complicado, tenían muy claro que les apetecía hacer algo diferente, que no fuera como las bodas de Madrid sino que fuera reflejo de la comida tradicional de la zona. Lo vieron claro charlando con Roberto, del restaurante El Frontón (Tolosa). Desde el momento en que le conocieron, este vasco de pocas palabras, consiguió meterse a toda la familia en el bolsillo y les convenció para servir la comida en la boda. Janet lo explica muy bien: «La relación con él durante esos meses fue algo muy especial y ha pasado a convertirse en un gran amigo. Su propuesta consistió en hacer un potente aperitivo, basándose en la gastronomía vasca. Para ello, pensó en la idea de recrear un mercado auténtico trayendo puestos del mercado de Biarritz de ostras, el de foie y el de quesos. Del puesto con las alubias de Tolosa (gran especialidad del restaurante El Frontón), de chipirones en su tinta y de «gildas» se encargó el mismo Roberto. Por último, el puesto de los «talos» (tortas de maíz, que van haciendo en el momento un grupo de mujeres y lo juntan con chistorra, morcilla o chocolate) fueron todo un éxito. Roberto también contó con su amigo Julián para el plato principal de la comida: chuletón. Mis hermanos y amigos de muy buen paladar carnívoro dicen que el mejor chuletón que han tomado»
Para la decoración fueron fundamentales los papeles de la madre de Janet, de su hermana Lourdes que hizo toda la cartelería (Mysendapic) y sus amigas Vic y María de Bimpassioned. Estas últimas ponen gran pasión en lo que hacen se ocuparon de los centros de flores, la decoración de los cuartos de baño, el panel de tocados, la mesa de chuches, la cabaña del árbol, las mesas del aperitivo, los cestos de bailarinas, los carteles que dirigían a los invitados, las zonas de hamacas…
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