El experto opina: Eloy Martínez de la Pera sobre el próximo desfile de Balenciaga x Pierpaolo Piccioli

Se acerca el gran día. El 4 de octubre, a las 20:00 en París, se escribirá un nuevo capítulo de Balenciaga: el primer desfile con Pierpaolo Piccioli (antes en Valentino) al frente de la icónica casa. Al pensar en este momento, no pude evitar preguntarme qué pasaría por la mente del mayor experto que conozco sobre la firma de origen español. Eloy Martínez de la Pera es miembro del Patronato de la Fundación Cristóbal Balenciaga, su trayectoria le ha llevado a concebir y dirigir algunas de las exposiciones más relevantes de los últimos años. Es un verdadero honor contar con su opinión y hoy me hace mucha ilusión poder compartir esta conversación con vosotras.
¿Cómo interpreta este cambio de dirección dentro de la estrategia de Kering y de la propia casa Balenciaga?
«El relevo de Demna por Pierpaolo Piccioli en la dirección artística de Balenciaga no es un simple cambio de guardia, sino un gesto calculado del grupo Kering que revela su ambición de reconciliar la maison con sus raíces. Tras años de provocación, ironía y distopía que colocaron a la marca en el centro del debate cultural, pero que a ojos de muchos la alejaron del aura de Cristóbal, el conglomerado apuesta ahora por un giro que busca restaurar el vínculo con la herencia fundacional. Con Piccioli, Kering no solo adquiere una sensibilidad más poética y humanista, sino que envía un mensaje claro:
«Balenciaga debe volver a ser un templo de la belleza radical y de la pureza arquitectónica que le dieron origen, y no únicamente un espejo incómodo de la cultura contemporánea.»
¿Qué espera del desfile de Pierpaolo Piccioli al frente de Balenciaga?
«Espero un viraje hacia la emoción, un retorno al lirismo donde la elegancia deje de ser sátira y recupere su condición de belleza esencial. Tras la sobriedad oscura de la era Demna, la maison podría renacer bajo el fulgor de colores vibrantes, esos que Cristóbal Balenciaga tomó de la paleta de El Greco, devolviendo a sus salones la intensidad cromática como un gesto de vida. Las siluetas, siempre arquitectónicas, serán ahora más refinadas, no como armaduras distópicas, sino como esculturas humanas, cargadas de poesía. A ello se sumará un casting diverso y plural, fiel a la visión humanista del diseñador italiano, que abre las puertas de la alta moda a cuerpos y rostros antes ausentes. Y en el fondo, el verdadero diálogo: Piccioli no imitará a Cristóbal, pero escuchará sus ecos, rescatando el saco, la túnica o el babydoll y dotándolos de nueva sensibilidad. Así, lo que antes fue apocalipsis, hoy promete ser renacimiento: un Balenciaga más humano, más sensual, más cercano al espíritu del maestro, aunque con la voz inconfundible de su nuevo intérprete».

©@pppiccioli
Piccioli ha declarado que quiere “abrazar el pasado” y que se siente conectado con la historia de Cristóbal Balenciaga. ¿Cuáles le gustaría personalmente que abrazara?
«Pierpaolo Piccioli ha dejado claro que su llegada a Balenciaga no será un giro brusco ni una ruptura gratuita, sino un gesto de respeto hacia la herencia del gran maestro Cristóbal. El diseñador italiano ha confirmado que abrazará ese legado que convirtió a la maison en sinónimo de pureza, innovación arquitectónica y rigor en la construcción, para reinterpretarlo desde su propia sensibilidad. Más que un retorno literal al pasado, estimo que Piccioli plantea un diálogo vivo con la historia: rescatar la radicalidad de las formas, la simplicidad cargada de fuerza y la obsesión por la belleza esencial que definieron a Balenciaga, y trasladarlas a un lenguaje actual, humanista y profundamente emocional. Su reto —y a la vez su promesa— es demostrar que la modernidad del maestro sigue intacta, y que puede proyectarse con nuevas resonancias en el presente».
Balenciaga volvió a la Alta Costura en 2021, algo que Piccioli domina con maestría. ¿Cómo cree que su experiencia en Valentino, sobre todo en la costura, puede enriquecer esta línea?
«Cuando Balenciaga regresó a la alta costura en 2021 bajo la mirada de Demna, lo hizo desde un gesto conceptual y casi provocador, recordando al mundo que la maison podía aún hablar el lenguaje de Cristóbal desde la contemporaneidad. Con Pierpaolo Piccioli, el desafío se transforma: su primer desfile de costura no será una demostración de poder irónico, sino un ejercicio de belleza emocional. Piccioli conoce la alta costura en su esencia —el rigor técnico, la construcción impecable, la entrega casi espiritual al detalle—, y todo indica que sabrá fundir ese conocimiento con la arquitectura radical del maestro de Getaria, pero bajo un prisma poético, cromático e inclusivo. Si en 2021 Balenciaga recuperó la voz, en 2025 puede encontrar de nuevo su alma: un Balenciaga que, más que imponerse, conmueva».
¿Ve en este primer desfile de Piccioli una continuación de ese diálogo o un nuevo capítulo?
«La gran incógnita que despierta el debut de Pierpaolo Piccioli en Balenciaga es si lo que veremos será una continuación o, por el contrario, el inicio de un capítulo inédito en la historia de la casa. Si bien el propio diseñador ha declarado su intención de abrazar el legado de Cristóbal, lo cierto es que su mirada dista radicalmente de la ironía corrosiva y el espíritu distópico que definieron la era de Demna. Todo apunta a que no se trata de prolongar una línea, sino de abrir un nuevo ciclo: uno donde el rigor arquitectónico de Balenciaga se reinterprete bajo la sensibilidad lírica y humanista de Piccioli. Más que un eslabón, su desfile inaugural puede convertirse en un renacimiento, en un giro de timón que devuelva a la maison el aura de poesía y grandeza silenciosa que, desde sus orígenes, siempre la distinguió».