Casilda se casa

La boda de Laura y Javier en Extremadura

Laura y Javi se conocen desde el colegio, empezaron a coincidir en planes y en poco tiempo la amistad se transformó en amor. Sus familias han tenido un papel muy importante. La abuela de Laura le contaba que el abuelo de Javi, como director del colegio, había ayudado a su madre y tíos en su educación. Por eso, cuando Javi le pidió matrimonio, tuvieron claro que su boda sería un homenaje a ellos.

Confió en María Salud de Salón Moncho Moreno para el maquillaje y peinado. Además durante un año se preparó en Mesanz Estética con tratamientos y un masaje de kinesiolifting antes de la boda. «Y como toque final, me puse mi perfume favorito de Narciso, llevo años con él y me ha acompañado en días muy especiales: For Her Musc Noir Rose.»

Cuando conoció a Isabel Núñez, fue un flechazo. «Tu vestido es nuestro proyecto creativo», le dijo, y desde ese momento supo que iba a ser ella.

El anillo de pedida que le regaló Javi era del Páramo Vintage, así que cogió los pendientes de la misma firma.

«Llevaba tiempo detrás de las icónicas cangrejeras de Céline, no las encontraba en ningún sitio. Hasta que un día mi cuñada consiguió un par de mi talla. Quería un zapato que mantuviese el minimalismo».

El ramo y toda la decoración floral lo diseñó junto a Sandra de Ferini. El único requisito del ramo era que tuviese mucho verde.

Los niños iban vestidos de Scalpers, con una guayabera que encajaba a la perfección con el entorno.

La ceremonia tuvo lugar en la iglesia de Santa María La Mayor, en Trujillo.

«Siempre lo digo, Javi es patrón Scalpers. Tienen un concepto de sastrería dentro de la tienda que hace que todo sea muy fácil. Optó por un chaleco de lino en tono crema, acorde con la paleta de la boda, y lo combinó con un chaqué grisáceo que realza y equilibra los tonos crema del resto del conjunto.».

«Nuestra boda estaba destinada a ser en el campo: la dehesa extremeña. Javi es socio fundador de una marca de ibéricos, El Morrudo, no había sitio mejor para celebrar. El jamón fue protagonista absoluto».

Toda la decoración giró en torno a sus abuelos. El abuelo de Javi era panadero y el de Laura tenía una conexión especial con el huerto, el campo y la artesanía. Fusionaron esto y con SOM.creative (estudio de Laura y su prima Cris), trabajaron en que todo tuviese el mismo concepto, desde la mantelería, la creación de un propio logo para la boda hasta el diseño de 250 portavelas con esta misma temática.

Para la coordinación del montaje contaron con R de Marcela. Para el catering recurrieron a Six Sens, y con El Morrudo pusieron varios puestos y recena de jamón. «Toda la papelería la trabajamos desde SOM.creative, quisimos que el homenaje a nuestras familias se quedase aquí plasmado también».

«Quería que el segundo vestido fuera reutilizable. Soy fan de Paco Rabanne y esa inspiración se refleja en el cuerpo que me hice, un homenaje a su estilo. Lo completé con un casquete de Paulet para un toque boho y pendientes de Mumit».

«De lo que más ilusión nos hacía era poder tener un grupo en directo y Francachela superó nuestras expectativas».

«Para las fotos quería contar con alguien que tuviese sensibilidad, y ese es Bosco».

Para el vídeo eligieron a Laguna Santa. «Nos gustó mucho su trabajo y decidimos contar con ellos para plasmar el recuerdo del mejor día de nuestra vida».