La boda de Ana y Bosco en Ribeira Sacra

Ana y Bosco se conocieron con catorce años, en Sanxenxo, pero empezaron a salir hace seis. Ambos trabajaban en la misma empresa pero en diferentes países: Bosco en Bogotá y Ana en Buenos Aires. Durante sus viajes de trabajo por Centroamérica, el destino hizo que se reencontraran en Panamá y hasta su boda en Ribeira Sacra.

«Siempre me ha fascinado lo vintage y quería que mis joyas reflejaran esa pasión. Los pendientes me los regaló mi abuelo, eran de la tienda de un amigo de toda la vida, Urbieta. El anillo con el que Bosco me pidió matrimonio, una delicada flor, también proviene de allí. El anillo de pedida, diseñado por Bosco en Javier Gómez Zuloaga, es un “tú y yo” vintage, como siempre había soñado» Recuerda la novia.

«Siempre soñé con un vestido único, algo que reflejara mi personalidad. Decidí confiar en Lorena O’campo, quien captó a la perfección mi visión. El diseño, inspirado en un modelo de Prada, fue una elección muy personal y especial. Ideamos tres piezas: entré primero con velo en la iglesia, que luego se convertía en la capa del traje. Después, para el momento baile, me quité la capa de arriba y me quede con un vestido de seda rosa más ceñido».

«Bosco es un hombre emprendedor, cuya familia es dueña del grupo Copa de Balón, el restaurante Las Margaritas y las discotecas Rubicon y Panthera en Madrid. Me encanta su espíritu que de hecho me ha inspirado a seguir sus pasos. Tras nuestro viaje de novios a La India, decidí crear mi propia marca de ropa, Hiedra Rosa, inspirada en los colores y la vida vibrante de La India».



La ceremonia se celebró en la Catedral de los Escolapios en Monforte de Lemos».



«El ramo fue un detalle muy importante para mí, y confié completamente en Octubre Studio, que además hicieron toda la dirección de arte de la boda. Nuestros sobrinos llevaron los anillos vestidos de Ussía».

«La ceremonia fue musicalmente perfecta gracias al grupo de música clásica de mi hermano, Quinteto Recuerdo, quien lleva más de diez años tocando en bodas».








La celebración fue en la Rectoral de Castillón en la Ribeira Sacra. «Aunque ambos somos de Madrid, mi familia es gallega, y desde pequeña he veraneado en Sanxenxo».






«La decoración floral estuvo a cargo de Octubre Studio, Laura y su equipo hicieron un trabajo excepcional. Quisimos darle una estética romántica y crear un estilo toscano junto al gallego, cuadraba muy bien».

«La decoración del cocktail fue muy divertida. Contamos para esto con la dirección creativa gastronómica de las chicas de Guinda».














«Para la comida pusimos cuatro mesas imperiales con manteles rosas y diferentes bajoplatos de porcelana. En el centro de las mesas todo tipo de dalias de colores y hojas de parra enlazaban las jarras de barro rojo que usamos para que los invitados se sirviesen su propio vino».




«Para las invitaciones de la boda queríamos algo único, por lo que trabajamos con Hueco Studio para crear algo realmente especial. La papelería de la boda fue creada por Octubre Studio, el diseño del seating, minutas… tenían una estética más moderna, en tonos rojos para contrarrestar a la mesa más romántica».

«Nos dejamos guiar por las mejores: catering de Gloria Domecq. Queríamos un menú más relajado y menos formal, por lo que insistimos en ofrecer a nuestros invitados productos locales en el aperitivo, como pulpo a la gallega y pimientos de padrón. Siguiendo con la temática ítalo-gallega, en el plato principal, elegimos pasta, especialmente raviolis de savia y zucca».






«Acompañamos la comida de dos postres: tiramisú de pistacho verde y gelatina de limón con albahaca. Los postres se sirvieron en una mesa rosa espectacular que crearon para la ocasión las chicas de Guinda y Octubre Studio, para que los invitados pudieran elegir lo que más les gustara».

«Para antes de la fiesta, tuvimos un mini concierto de Leo ‘El Cigüeña’ y Club del Río, amigos cercanos de Bosco. Para cerrar la noche, Dj Nandez».








«Para la fotografía elegimos a A film love, nos enamoramos de su estilo al momento. Captaba la esencia de lo que queríamos transmitir en nuestras fotos a la perfección».