La boda de Inés y Pedro en Sevilla
Inés y Pedro se casaron el pasado diecinueve de octubre en Sevilla. Ella es fundadora de esdeinés, una marca de accesorios con mucho encanto. Hoy os cuento su boda que no me puede gustar más.
«Pedro y yo nos conocimos en una fiesta hace cuatro años, y desde ese día estamos juntos. La llegada de Fernanda, antes de lo previsto, nos ayudó a poner a Dios en medio de nuestra relación, y a querernos todavía más y mejor. No siempre ha sido fácil, ser padres tan jóvenes te cambia la vida por completo pero juntos hemos ido superando las dificultades».
Darnos finalmente el sí quiero en la iglesia ha sido el día más feliz de nuestras vidas. El camino hacia el altar, al igual que el nacimiento de Fernanda, lo tengo grabado en el corazón con una emoción inexplicable».
«Me hacía especial ilusión llevar aguamarinas y me puse a buscar. Una amiga íntima de mi madre me dejó unos pendientes antiguos de aguamarinas y brillantes que eran una preciosidad. En las manos llevé únicamente el anillo de pedida, oro blanco y tres zafiros. Es un diseño de Pedro, no pudo haber acertado más».
«Para el ramo quería llevar tulipanes dobles blancos y, el que me hizo el equipo de Cártamo, le dio el toque perfecto a mi look de novia. La cinta que llevé la hizo mi madre con una seda antigua que había en casa que, casualmente, tenía el mismo color que los zapatos».
«Tenía clarísimo que quería ponerme una pamela en el aperitivo. Contacté con Patricia Buffuna, una auténtica artista que, con mucho cariño, dio forma exactamente a lo que yo tenía en mente».
«Soy una apasionada de la moda y tengo mi estilo propio. Desde el primer momento lo tenía claro, y confié en Manuel Obando para lograr el vestido de mis sueños. Tenía clarísimo que quería una falda con mucho vuelo y movimiento, pero quería un vestido sin cortes en la cintura, que la falda saliera con naturalidad del cuerpo, y con una cola discreta. El cuello lo quería alto, y quedó espectacular con la organza plisada».
«El resultado fue impresionante. El patrón perfecto y una confección impecable. Las telas, de una belleza y calidad extraordinarias, fueron propuesta de Manuel, que combinó un micado maravilloso y tres organzas diferentes, todo en seda natural. Además, me apetecía un velo con volumen y cierta altura, y Manuel lo realizó con tul ilusión que me chifló».
La maquilló y peinó Julia Hidalgo. «Fui de sus primeras modelos cuando estaba empezando y nos hacia especial ilusión a las dos».
Se casaron en la Parroquia de San Antonio María Claret. El sacerdote que nos casó fue quien bautizó también a Fernanda. Es una persona maravillosa a quien tenemos especial cariño. El coro que nos acompañó durante la ceremonia estaba integrado por amigos que conocimos allí. Fue una ceremonia preciosa y muy emotiva».
«Pedro eligió un chaqué a medida en Bund y fue todo un acierto».
«Fernanda fue la única niña que hubo en la ceremonia. Iba vestida con un traje con capota a juego que le hizo mi madre. Decidí ponerle unas merceditas de piel clásicas y estaba para comérsela».
La celebración fue en Los Molinos de Maestre. «Fue todo un acierto, todo estaba precioso. Pudimos hacer aperitivo, comida y baile en tres zonas diferentes y eso nos encantó. Contamos con la ayuda de las azafatas de Emejota, hicieron posible que Pedro y yo pudiéramos estar totalmente despreocupados disfrutando de nuestro día».
«Los meseros estaban inspirados en África, el destino de nuestro viaje de novios. Los hizo mi hermana Esperanza, una auténtica artista, que ha emprendido hace poco un negocio de papelería e ilustraciones personalizadas. La minuta del menú la pinté yo y me quedé muy contenta con el resultado. Me hacía ilusión que hubiese algo hecho por mí».
«Paul and the wolves sonaban en el aperitivo y el ambiente y buen rollo era increíble. En la barra libre pinchó Andrés Álvarez-Ossorio y no pudo animar más».
«Como fotógrafa elegimos a Mónica Ortega Domínguez, un gusto trabajar con ella. Es un encanto y sabe captar los mejores momentos.
Emotion Film se encargó del vídeo. El equipo súper amable».
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