La boda de Bianca y Namek en Portofino
Bianca y Namek se conocieron en un restaurante del East Village de Nueva York. «Él tiene una hermana gemela que era mi vecina, así que nos conocimos por casualidad a través de ella», recuerda Bianca. Decidieron casarse en Italia porque ella nació allí. «Cuando era joven, Portofino era nuestro lugar de escapada de fin de semana cuando visitábamos a mi padre, después fallecer se ha convertido en un destino que llevo en el corazón. Un lugar que he seguido visitando».
La maquillaron y peinaron el equipo del Beldmond Hotel Splendido de Portofino.
«El vestido lo diseñó una de mis mejores amigas, que trabajó en Alta Costura, y lo confeccionamos en Miami con una costurera. El encaje lo compramos en una tienda de telas de Turín, donde nací» nos explica la novia.
El ramo lo hizo Martina Geschwind, «una florista alemana con mucho gusto y sensibilidad de Turín».
La Iglesia donde se casaron fue en Divo Martino en Portofino.
La decoración y las flores fueron obra de Catalina de Simón, wedding & event planner, junto a Martina Geschwind, florista de Turín.
«La celebración duró tres días y cada localización, encontrada por Catalina de Simón, era muy especial. El día de la boda hicimos una comida después de la ceremonia en la mítica Langosteria de Paraggi y a continuación una fiesta en la playa».
«Al día siguiente organizamos una cena y fiesta en una casa privada en el monte de Portofino, era como estar en un jardín del Edén».
Contaron con el Dj Andrea Caruso y Akin con los bongos, «nos hicieron bailar hasta las mil».
De la iluminación se encargó Leonardo Berardi de la empresa Gorilla on Stage de Turín.
Del catering se encargó Langosteria de Paraggi.
Para la fotografía escogieron a LIVEN.