Los trucos de belleza preboda de Pipi Hormaechea

Las fotografías de mi amiga Pipi Hormaechea tienen algo especial, por eso las firmas de moda se la rifan para  sus campañas. Es muy difícil verla delante de la cámara, pero, como se casa el mes que viene, he conseguido convencerla para que nos cuente sus trucos de belleza preboda de cara a la boda.

Quique y Pipi se conocen «por una bendita casualidad» durante el encendido de luces de Navidad de Madrid hace ocho años. Quique se dejó el móvil en un taxi que compartieron y Pipi se lo devolvió. Le pidió que se casara con él en un viaje a Nueva York con un anillo dorado y sencillo que compró en una tienda de Brooklyn mientras Pipi trabajaba en una sesión de fotos. «Hubo varios intentos fallidos por su parte en los que el pobre Quique me empezaba a hablar de la vida y de nosotros. Yo no entendía bien la historia y le cortaba preguntándole que si le pasaba algo. Al final, en el momento menos pensado, tomando el aperitivo debajo del Flatiron, me sorprendió y estuvimos riéndonos un buen rato hablando de los anteriores intentos». El día de la pedida, la familia de Quique le regalaron un anillo «lanzadera» de 1930 Art Decó de Bárcena.

Confiesa que hay cosas que aún no ha decidido para ese día y cuenta con  Rosa y Nuria del Pazo da Touza, donde será la celebración, para organizar una boda a distancia. Va a ser una novia fiel a su estilo sencillo como los tips de belleza que está siguiendo y que me han parecido un básico para las más perezosas a la hora de cuidarse.

– Aroma. «Todo el que me conoce sabe que tengo algo con los perfumes de Narciso Rodríguez«. Pipi asegura que le gusta asociar los olores a momentos concretos. «Llevo un tipo para diario, otro para trabajar, otro para el campo… Y Narciso lo reservo para los días que me apetece sentirme “guapa”, tiene algo que asocio a la feminidad y que me encanta. No sabría explicarlo mejor y, por supuesto, será mi olor el día de mi boda».

– Para el pelo. El peinado que llevará en la boda es una sorpresa, pero está cuidando su pelo liso con la línea de champús Extreme Caviar de Miriam Quevedo. «Los conocí hace unos meses y ya no puedo vivir sin ellos», asegura Pipi. Además, usa las ampollas de rescate de Pantene que se aplican una vez a la semana después de la ducha y, «de verdad que tengo otro pelo, dan muchísimo brillo y lo dejan súper suave en el momento».

– Para la cara. «Era un desastre con estas cosas, pero desde hace un par de años me he vuelto bastante obsesa con el tema». Tras varias experiencias negativas, prefiere no hacer experimentos y sigue con su tratamiento habitual con los productos de la línea Waso de Shiseido y «el resultado es una maravilla».

– Maquillaje. «Suelo usar la BB Cream de Elizabeth Arden, algo de colorete y máscara en los ojos. No suelo llevar más, pero tampoco salgo de casa sin ello». Pipi se decanta por los tonos marrones.

Del peinado y maquillaje de Pipi el día de la boda, se encargará Rebecca Martín. «Para mí, lo más importante, es que alguien con tanta experiencia como ella sepa mirarme y decirme qué tipo de maquillaje, pelo, tonos me favorecen por mi forma de cara, tipo de piel… y ella lo hace increíble, porque además escucha, te pregunta tus gustos y hace un mix brutal entre las dos cosas. Vendrá Jen Barreiro con ella, otra crack, para hacer a mi madre y hermanas».

– Manicura. Burdeos «aunque aún no tengo claro si lo llevaré el día de la boda».

– Alimentación. Pipi ha hecho un plan de nutrición durante este año para mejorar su salud «basado en eliminar todos los ultraprocesados y harinas refinadas, reducir o casi eliminar el azúcar y controlar los carbohidratos, pero no eliminarnos».

– Deporte. «Soy nefasta para los deportes desde pequeña», cuenta Pipi. Sin embargo le encanta andar e intenta escaparse al gimnasio para recorrer hasta siete kilómetros a un ritmo de marcha, casi corriendo.

Siguiendo este estilo de vida de alimentación y ejercicio, «he conseguido estar cómoda donde estoy. Me he pasado toda la vida haciendo dietas y me ha costado mucho encontrar un equilibrio en el que no volverme loca».

– Para relajarse. Campo y un buen vino «con Quique, familia y amigos para charlar sin móviles de por medio».

– Truco de belleza clave. «Descansar, lo necesito porque mi día a día implica muchos madrugones, viajes y carga física que cuando se va acumulando, se nota en todo», cuenta Pipi. Se ha cogido unas mini vacaciones la semana anterior a la boda para «levantarme tarde, cuidarme y respirar tranquila unos días para no llegar con el estrés de preparativos y trabajo/rutina a la boda. Para mí, llegar realmente descansada es la clave».

– Vestido. Pipi siempre opta por pantalón, incluso como invitada prefiere trajes de chaqueta o monos. El diseño de su vestido de novia será de Claudia Llagostera con la ayuda de Mónica Calles. Además, «a las pruebas está viniendo Victoria de By Luneville, pero no puedo decir para qué. Lo bueno es que Claudia, que es una magnífica profesional, me conoce mucho, así que la primera idea que me propuso me enamoró». Para los zapatos, «he confiado en la mejor, mi querida Tita de Flordeasoka que está haciendo algo muy especial para mí».

– Ramo. Romántico y creado por Inés Urquijo con la que ha colaborado durante la sesión de fotos de la última colección de Romancera. «Siendo ella quien me lo hace prefiero dejarle interpretarme a mí y a mi vestido porque la confianza es absoluta. Todo lo que hace es una obra de arte».

– Invitaciones. Ella misma las ha diseñado, dibujado y escrito a mano, «pero no habría sido posible sin la ayuda de Save the Date Projects, que consiguieron hacer realidad una idea de sobres bastante complicada». La abuela paterna de Pipi no podrá estar en la boda porque es muy mayor y vive lejos. Es pintora y ha sido un referente en toda su carrera creativa. Por eso, «quería que estuviese de alguna forma y se me ocurrió que el propio sobre de la invitación fuese un recuerdo de ella para todos los invitados: al romper el sobre, aparece una obra abstracta que recuerda a los árboles gallegos pintada hace muchos años por Toty, mi abuela».

– Niños. Una de las cosas que más ilusiona a Pipi es vestir a sus primos y sobrinos de Atelier la Nonna, la firma que creó con su madre hace unos años.

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