Casilda se casa

La boda de Beatriz y Jesús en Sevilla

Jesús y Beatriz se conocieron en Sevilla a través de una amiga en común que «estaba empeñada en que quedáramos porque pegábamos muchísimo y nos llevaríamos muy bien». Tras varios meses sin coincidir, él le pidió su teléfono y empezaron a hablar. Y, el verano pasado, en un viaje a Eslovenia, «fue cuando me pidió que me casara con él», recuerda la novia.

«Siempre he sabido cómo sería mi traje de novia, quería ir en manga larga y con cierto aire vintage». A Beatriz, la novia, le encanta la moda de los años 30 y tenía guardados algunos modelos de fiesta de esa época con los que se sentía muy identificada.

El traje estaba formado por dos piezas: una blusa con la cola incorporada que iba encima del vestido de satén de seda natural con escote cruzado. «Para el patrón de la blusa me inspiré en una que tenía guardada desde hace años, que me gustaba mucho y a la que hicieron algunos cambios». Para la parte de arriba del vestido, la novia y Ana Herreros de Tejada de AHT interpretaron un modelo que llevó Carlota Casiraghi.

Del maquillaje y el peinado de la novia y su madre se encargó Marieta Nogueras. La bata la diseñó Beatriz, la novia, y la cosió una modista de confianza con una tela de batista perforada y ribeteada en terciopelo negro.

Además del anillo de pedida de brillantes y zafiro que le regalaron sus suegros, Beatriz llevó unos pendientes de brillantes  basados en un modelo antiguo, regalo de sus abuelas, y una tiara realizada con dos pulseras muy antiguas de la familia.

Los zapatos eran de Bottega Venetta, pintados a mano con unas pequeñas florecitas. «Fue un flechazo y lo primero que compré», asegura Beatriz.

«El ramo me tuvo intranquila hasta el último momento. Quería llevar flor de Magnolio, por lo delicadas que son y el aroma que tienen, y Jesús Fuertes de La Galería hizo todo lo posible por conseguirlas».

Toda la familia de la novia se alojó y vistió en el hotel Casa número 7.

En Antik Sevilla le diseñaron un paipai de seda bordada antigua.

«Nos acompañaron cuatro niñas, dos de ellas tenían unos vestidos que me encantaron, así que hicimos los mismos para las otras dos». También llevaron coronas de flores naturales y algunas hortensias.

Beatriz y Jesús se casaron en la Real Parroquia de Santa Ana en Triana decorada con flores por Guillermo Lasso «que la dejó impresionante». Al entrar a la iglesia sonó Belle Nuit de Offenbatch tocada por un cuarteto (Grupo de Cámara de Santa Cecilia).

La celebración posterior fue en el Real Club Pineda de Sevilla y contaron con su catering.

«¡Jesús estaba muy guapo!». Llevó un chaqué a medida de Tom Black; la camisa se la hicieron en Sobrino; la corbata y los tirantes eran de Galán; y los zapatos de Berwick.

Amenizó el aperitivo el grupo de jazz Let’s Vintage.

La decoración del sitio también fue obra de Jesús Fuertes de La Galería. «¡Dejó todo espectacular! Pusimos un bodegón de bienvenida con unos pavos reales de latón preciosos; centro altos y muchas velas en las mesas del salón.

«Los meseros los hizo mi suegra, Paz Guerrero, que es pintora. Eran cuadros abstractos de paisajes y todos diferentes. Yo me encargué de hacer las minutas y el seating, que fueron igual que las invitaciones de Canton & Palacios«.

Para la fiesta eligieron a Xite&Clara, «¡nos lo pasamos genial y la gente lo dio todo!».

Todas las fotos y el vídeo son de Couche Photo, «siempre me ha encantado el trabajo que hacen».

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