Una boda en Oaxaca (México)

Cuando encontré en la cuenta de Instagram de Lorenzo Caprile el vestido maravilloso de Fernanda, no imaginé que su boda se había celebrado en Oaxaca, mi lugar favorito en el mundo, y con Javier, un español. Ellos se conocieron en Miami cuando los dos vivían allí y para ella era muy importante casarse en México. Como tenían pendiente ir a Oaxaca  decidieron que la boda se celebraría allí.

Fernanda conoció al diseñador Lorenzo Caprile en la época en que vivió en España. «Le dije que quería sentirme muy novia, con una cola larga, pero que fuese desmontable para poder estar cómoda. Y no quería encaje, el resto lo dejé en sus manos».

Como joyas, Fernanda llevó unos pendientes y un broche que le prestó la madre del novio y los anillos de pedida y compromiso.

«Nunca me maquillo y quería algo muy natural. Me maquilló Ana Gutierrez y me peinó Alejandro Iñiguez«.

Llevó un ramo de tulipanes blancos, la flor favorita de Fernanda.

La ceremonia fue en el Templo de Santo Domingo de Guzmán, en Oaxaca (México).

El novio llevó un traje de Absolute Bespoke y los zapatos fueron un regalo de Fernanda.

Los novios y los invitados fueron andando al lugar donde se celebró la fiesta después, un jardín botánico que hay justo detrás de la iglesia.

De la decoración se encargó Guillermo González, tío de la novia. «Lo dejé plenamente en sus manos y, gracias a él y a mi padre, viví los preparativos de la boda con muchísima tranquilidad ya que yo estaba lejos», recuerda Fernanda.

El catering lo sirvió Casa Oaxaca, un restaurante local que sirvió comida mexicana.

La música fue obra de AR Producciones.

Las fotos son de Maureen M. Evans y el vídeo de Social Art Cinema.

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