La boda de Pils Ferrer
Pils Ferrer es artista, creadora de unos collages muy geniales bajo la firma que lleva su nombre, y, además, colabora en Studio Gronda. Se casó con Enrique la semana pasada y me ha cedido de forma express las fotos, algo por lo que le estaré siempre agradecida.
A los dos les encanta viajar, comer bien, el campo, la naturaleza y los animales. «Nos conocimos en un plan de campo de fin de semana por unos amigos en común y no nos hemos vuelto a separar. El día que me pidió casarnos, también fue en el campo por lo que elegimos un emplazamiento campestre para la boda, cerca de un pueblo de Jaén», explica la novia.
El vestido de la novia fue un diseño de Marcela Mansergas y los detalles de los puños, de la cremallera y las horquillas que se puso Pils al quitarse el velo son de By Luneville. «Marcela es increíble, igual que sus vestidos, cada vez que veía un traje suyo me parecía muy diferente al anterior; ella tiene su estilo, pero se amolda completamente a la clienta creando piezas únicas».
Pils utilizó para ese día tan importante la nueva fragancia Pure Musc de Narciso Rodríguez.
Raquel Serrano se encargó del maquillaje y Chelo Escobar del peinado, «nos peinó a mí, a mi madre y a mis amigas que durmieron conmigo la noche antes de la boda». Pils llevó un camisón y bata a juego de Namur, «tengo una obsesión con la marca y Ale, su diseñadora, es maravillosa».
El anillo de pedida era de la madre de Enrique. «La giró 90 grados poniéndola en horizontal y me hizo el anillo más ancho para que fuera algo para usar a diario». Además, las chicas de Mimoki le arreglaron una pulsera que era de su abuela paterna, Enriqueta para que la llevara en la cabeza. «Me hizo mucha ilusión poder llevar algo suyo en la boda». Las alianzas de los novios eran de Ansorena.
El ramo de Maite Gutiérrez Bolívar se lo regalaron sus amigas Elena y Paloma. «Predominan las peonías naranjas, hay pinceladas de olivo por Jaén y un detalle muy gracioso, me metió una alcachofa en el ramo por mis collages con hortalizas). Maite es otra artista, pocas veces se ven a floristas con tanta originalidad como ella. Fue un acierto total».
Como zapatos, la novia eligió unos Jimmy Choo de color caldero. «Me apetecían unos zapatos de un color divertido, me gusta ir muy colorida y estos zapatos iban mucho con mi personalidad».
«El vestido tiene un tono blanco roto porque me imponía mucho casarme de blanco nuclear en el campo». El tejido es una mezcla de lana con seda, la simbiosis perfecta entre lo elegante y lo sencillo.
«Le dije a Marcela que quería cola, pero algo que me pudiera quitar más tarde porque me encanta bailar, por lo que cuando me enseñó el primer boceto del “pareo” que funcionaba como cola, me enamoré y hemos seguido ese boceto inicial hasta el final».
Si hubiera que definir el color de la boda sería el naranja. «Desde que mi amigo Álvaro Poyato Delgado me hizo un maravilloso conjunto color calabaza en mi pedida, me obsesioné con el color, y cuando vi el patio de los naranjos en fotos con mi ramo al lado sentí que había una armonía brutal».
«Mi hermano leyó una antigua oración irlandesa que le pasó a mi padre uno de sus mejores amigos hace años. Fue precioso».
Buscad tiempo para trabajar, es el precio del éxito.
Buscad tiempo para pensar, es la fuente de la libertad.
Buscad tiempo para jugar, porque es la fuente de la eterna juventud.
Buscad tiempo para leer, es el cimiento de la sabiduría.
Buscad tiempo para ser amigables, porque es el camino que conduce a la felicidad.
Buscad tiempo para soñar, y os llevará unidos al firmamento.
Buscad tiempo para amar y ser amados, es el privilegio de Dios.
Buscad tiempo para mirar a los que están a vuestro alrededor, porque el día es demasiado corto para ser egoístas.
Y, finalmente, buscad tiempo para reír, porque es la música del alma.
El velo era de su bisabuela materna (la llamaban Mamá Caridad), «muchas mujeres de mi familia se han casado con él, está cosido a mano de arriba a abajo».
Las invitaciones, los meseros y el misal son todos diseños o dibujos de Pils, como no podía ser de otra forma. Cada mesa iba identificada con una de sus ilustraciones: Tortuchofa, Pinguacate, Marizorca… «Estos diseños son parte de mí y quería que estuvieran presentes en mi boda. Me sentía como en casa al verlos».
Tanto el catering como la decoración de la boda lo llevaron a cabo en Mallorca. «Son unos profesionales magníficos y repetiría mil veces con ellos. El aperitivo fue increíble y muy variado y la comida fue espectacular. Los camareros no quitaron en ningún momento la sonrisa de la cara a pesar de tener que trabajar bajo la lluvia».
De la música se encargó Paz Abeijón y después pinchó Edu de Eloy Caro Gold Moon Events. «Montó los micros para que mi padre pudiera cantar con mi amiga Cristina una de mis canciones de favoritas, Shallow, y una canción que compuso mi padre hace años preciosa».
«Bailé El vals de las flores con mi padre y parte con Enrique y acabamos con Ojalá llueva café en el campo de Juan Luis Guerra, bastante acorde al tiempo que hizo».
Todas las fotos son de Pelillos de Ratón y el vídeo de Bonus Studio.
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