Casilda se casa

La boda de Mercedes y Álvaro en Cádiz

«Ella no es una novia habitual, tiene un rollazo increíble, un estilazo fuera de lo común, así que debíamos encontrar una tela especial para ella», comienzan a contarme las hermanas Ana y Lucía de la firma Cherubina. «Finalmente la encontramos en un viaje a Paris y fue un flechazo instantáneo: un georgette de seda con bordados en color negro en los centros de cada una de las flores del vestido. Los botones de pasamanería artesanal también en negro», prosiguen. «Con el rollazo rockero que tiene Mercedes, la novia, para el pelo nos inspiramos en Priscila Presley, sobre la coleta, un velo con volumen, corto y a capas que le colocó Marieta Nogueras». 

El tocado lo elaboraron con referencia al olivo natural, realizando a mano cada pieza, en cuatro colores de verdes diferentes y con aceitunas negras. Era de Ani Bürech.

Las sandalias negras, modelo Tribute de Saint Laurent fueron un regalo de Rita, la hermana de la novia.

El ramo eran peonías blancas y olivo, de Enea en Jerez, regalo sorpresa de la íntima amiga de la novia, Pachu, que no pudo ir por estar embarazadísima.

La ceremonia fue en la Iglesia de Santa María, en Arcos de la Frontera.

La celebración fue en Faín Viejo. El catering lo sirvió Alfonso Catering.

Como Mercedes, la novia, es de Pontevedra hubo varios guiños a Galicia: se sirvió Estrella Galicia y albariño. El traslado de la novia del cóctel a la cena lo hizo en burro, al son de “Un canto a Galicia” de Julio Iglesias ¡Momentazo!

La fiesta fue divertidísima. Hubo de todo: abrieron el baile con Just like heaven, de The Cure. Después hubo un concierto de un grupazo madrileño, Los Kelly Kapowsky, a los que se unieron el hermano y amigos del novio a tocar algunas canciones, entre ellas No puedo vivir sin ti, de Coque Malla, con la que la novia le entregó el ramo a su hermana.

Las fotos son de Ernesto Villalba.