Casilda se casa

Una boda en Los Calizos, Rascafría

Álvaro y Mº Ángeles llevaban seis años saliendo cuando él le pidió casarse; «y la verdad es que pensamos en un futuro a largo plazo pero teníamos claro que queríamos un sitio que no fuera de celebración de bodas al uso con césped tipo campos de golf», me cuenta la novia. Álvaro se puso a buscar y encontró Finca Los Calizos en Rascafría y estaba claro que era su sitio porque se cayó una pareja que tenía el sitio reservado y les dieron una fecha para tres meses después. Dudaron mucho pero se lanzaron a la piscina y organizaron la boda ¡En tres meses!

«Todo fue una carrera contrarreloj. Mi vestido, nadie me lo podía hacer con tan poco tiempo así que opté por buscar una idea en internet e ir a un atelier a que me la copiasen. Los pendientes me los prestó una de mis mejores amigas», me explica Mº Ángeles. El ramo, la corona y la decoración de las mesas y de la iglesia lo hizo Gabriela, de una floristería de Rascafría llamada Flores Mandragora (699 20 06 90). «Mi corona y mi ramo no los vi hasta mismísimo día de la boda, imagínate, pero la verdad es que lo clavó».

La finca donde se quedaron la noche anterior a la boda con sus familias se llama El Rincon de Rascafría, allí se vistió la novia y la maquilló y peinó Carmen Losa (627 41 40 24).

Álvaro se hizo el chaqué en Pugil, los botines son de Meermin, los gemelos de Hackett y su reloj de pedida es un IWC Portofino con correa milanesa, porque quería algo diferente.

La furgoneta fue sorpresa de un amigo suyo que se presentó con ella en la boda.

La iglesia era en un pueblo al lado de Rascafría llamado Pinilla del Valle. El anillo de pedida de la novia es de Javier Gómez Zuloaga (629 289 105 / 915 595 556).

El coro era de Gospel Factory, un coro profesional que cantan impresionante.

«El que gestiona la finca para las bodas hace un trabajo impresionante y lo decora todo fenomenal, se llama Jorge Pascual«, recuerda Mº Ángeles. Los tipis son de Tipi Chic.

La novia resume el día: «fue una boda sencilla y sin pretensiones pero preciosa y con los sentimientos a flor de piel. Nuestro única preocupación era que la gente se lo pasase bien y la recordase por diferente y especial. Lo que tengo claro es que lo mejor de toda la boda fue las ganas de disfrutar de la gente que había allí, a los que estoy inmensamente agradecida».

Los fotones son de Alejandra Ortiz, de la que ya os he hablado alguna vez. Empezó hace un par de años a hacer bodas y cada vez tiene más y más trabajo, porque lo hace fenomenal. Podéis ver algunas otras de sus fotos aquí:

-La boda de Clara y Dolo

-La boda de Blanca y Mon en Tarifa

-La boda de Rocío y Curro en Sintra.