La boda de Paloma y Pita en Las Tenadas
Paloma es la hermana de Jaime Calderón, dueño de uno de los mejores caterings de bodas de el momento: La Blonda, y una de las mejores fincas de Madrid llamada Las Tenadas. En la cuenta de Instagram de la finca encontré una foto de una decoración espectacular y dio la casualidad que era la boda de la hermana de Jaime, así que le pedí que me dejara publicarlas.
Paloma me lo explica todo, «fue una boda muy preparada desde dentro, muy sencilla, la decoración de la iglesia la monté con ayuda de mis mejores amigas el día anterior. No hicimos regalos a los invitados, nos centramos en la misa y en Las Tenadas«, explica la novia. Se casó con Jose Luis (todos le llaman Pita por el apellido) después de 8 años de novios. La celebración fue en el cole de ella, el Mater; El coro fue el de la madre de la novia que canta en la Asociación de Antiguos Alumnos del Recuerdo y el cura era su tío.
La novia llevó el anillo de pedida que le regalaron los padres de Pita, unos pendientes de esmeraldas que le regaló Jaime, su hermano y padrino, la pulsera de esmeraldas de pedida de su madre y una diademita de la familia de su padre, «muy enjoyada la verdad. La razón, que el vestido era tan clean por delante», explica Paloma.
La decoración de la finca y mi ramo lo hicieron Sara Manzano e Irene Ruiz, de la Sastrería de las Flores. «Como siempre un diez, con mucho gusto y cero cursilería. Me encantaron porque lo dejaron precioso pero sin el típico aire afectado romántico, en su taller tienen 1.000 cosas con las que puedes jugar. Por ejemplo, encima de la mesa principal, colgaron una estructura llena de globos de vidrio de colores que quedaba ideal con las hojas de olivo que colgaron de las vigas», explica la novia.
Los meseros los hicieron temáticos. «Por ejemplo, los del colegio de Pita llevaban el uniforme del colegio y mis amigas el pichi del uniforme del mío; mis amigos alemanes con el traje típico alemán; los hermanos de Pita que son marinos tenían un marino; con los que jugamos a la pocha los domingos, tenían un maniquí con los Ases; amigos americanos un cowboy; los compañeros del despacho Pita con un letrado….esa parte la hice yo, comprando los típicos maniquies de madera de 40 cm que se usan en Bellas Artes y cosiéndolos (menos mal que sólo te casas una vez, fueron muchas noches de curro)».
De Las Tenadas, se ocupó todo Jaime, como no podía ser de otra manera. El menú se centró mucho en un aperitivo muy fuerte con varios puestos: una pulpeira gallega por la familia de Pita; anchoas de Santoña por la familia de la novia….y luego se sentaron para tomar un segundo plato. El postre fue una tarta árabe. «Lo que mas gustó, o eso me recuerda todo el mundo, fue la recena: un puesto de burritos y nachos con guacamole y una parrillada argentina. Al ser en abril, la temperatura era buenísima y se organizó de tal manera que la gente paso mucho tiempo fuera», recuerda Paloma.
El vestido era de Lorenzo Caprile, me da mucha pena que en las fotos no se vea bien porque el bordado era espectacular. «Me entendió cuando le hablaba de los colores primarios, de mi obsesión por los Legos, de Almodovar, de las pasamanerias retratadas en los cuadros del Prado…al final intentamos hacer un toque kitsch de todo esto», cuenta la novia.
De las fotos se encargó Amalio González, un amigo de la familia.