La boda de Sara y Juan
«La idea de la boda era hacer algo distinto de lo que está de moda, mirando muy de cerca lo que realmente importa: crear un ambiente maravilloso en un lugar precioso, con alma, con buena comida y buena música. Así que decidimos hacer un cóctel más desenfadado organizado por amigos (es gracioso porque todos los proveedores son nuestros amigos) con mesas, sillas y sofás esparcidos entre los árboles, con un buenísimo y muy abundante catering de En tus Fogones, las tartas de Zarina que volaron, un buen vino de Marqués de Vargas y música jazz en vivo de Jaime Zelada y su banda». Porque estoy de acuerdo con este comentario que me hace Sara sobre lo importante que es «crear un ambiente maravilloso en un lugar precioso, con alma, con buena comida, buena música» en una boda y porque me enamora su vestido de Carmen de Pablo (ya sabéis que colecciono vestidos de esta diseñadora tan difícil de localizar –pincha aquí para ver más–) quería publicar sus fotos desde hace tiempo.
Además, algunos de los amigos proveedores de los que habla Sara son también muy queridos por mí, como Mery Couceiro de MC Make up que la maquilló: es encantadora y lo hace fenomenal (también maquilló a otra novia del blog, Cata). El vestido, como ya comentaba Sara era de Carmen de Pablo, de encaje antiguo de los años 30 y el velo corto también. «Era tan delicado que acabó completamente destrozado al final de la boda a las cinco de la mañana», explica Sara. Una vez más aplaudo el estilazo de Carmen, para mí, forma parte del top five de diseñadores.
La boda se celebró en la iglesia Nuestra Señora de la Asunción, donde contaron con el Coro de la Fundación de los Ferrocarriles Españoles, de 30 personas.
El novió se hizo el chaqué en una sastrería de Londres –donde viven–, los zapatos eran de Crockett and Jones.
Las fotos eran de Ricardo Gay Luger de Lugermedia, regalo de las amigas de Sara.
Toda la celebración estuvo organizada por High Five eventos la empresa que ha montado Paty Hueso (puedes ver su espectacular boda aquí). Eligieron un sitio con un jardín precioso que no es muy conocido que se llama Molino del Manto en Chinchón, un vergel espectacular en el que pusieron una carpa marroquí para el baile. Se inspiraron en el Sueño de una noche de verano, estaba precioso iluminado, con esos árboles inmensos por lo que no hacía mucha falta más decoración. Pusieron flores de Botanica 24 y muebles de Crimmons. Para el cátering, como explicaba Sara en la introducción, escogieron En tus Fogones, para los postres las tartas de Zarina que volaron y un buen vino de Marqués de Vargas.
Los amigos de Juan les regalaron una moto Royal Enfield antigua y para regalársela les pusieron un casco en la cabeza y un vídeo de la historia de Royal Enfield precioso.