La boda de Inés y Oisín en Luarca
«Gracias a tu blog descubrí mi vestido de novia», me cuenta Inés. «Cuando salió Vogue Novias 2013, lo anunciaste publicando una foto de la edición donde aparecía una novia con niños alrededor (arriba). La novia llevaba un vestido de organza bordada que parecía muy bonito y, como no vivía en España, le dije a mi madre que me comprara el número para verlo bien. Cuando lo tuve en mis manos recorté la página, investigué en la web de la diseñadora Alicia Rueda, autora del vestido, y cuando me empecé a probar vestidos en Oviedo y no me convencía ninguno, me dijo mi madre: «anda vamos a Bilbao a ver el vestido del recorte ese que tanto te gustaba para que se te quite la idea de la cabeza….». Y el resto es lo que vemos en este post, a Inés le encantó y Alicia Rueda se convirtió en la diseñadora de su vestido de novia.
Inés se casó en Luarca, Asturias, con Oisín que es Irlandés en un precioso día de lluvia. Acompañó el vestido de unas sandalias de pitón de Aquazurra y de un velo corto, en un conjunto que me recuerda mucho a la película de El Padrino.
Se casaron en la capilla de la Atalaya ( Luarca). Las flores de la iglesia fueron totalmente hechas por Soirana, un matrimonio del pueblo de Soirana que siempre decora la capilla, «yo solo les di indicaciones de que quería hortensias, de varios colores y sin simetrías (que a veces tienden los floristas a hacer cosas muy geométricas). Que quería cestos de mimbre y que quedara como recién cogido del campo. Yo creo que lo bordó», explica la novia.
Del pelo de Inés se ocupó Bárbara de Barbareando y del maquillaje Reyes Tabarés y como todas las novias que han pasado por sus manos, Inés me habla maravillas de lo bien que trabajan, lo a gusto que te hacen sentir, lo mucho que escuchan y entienden y lo bien que lo pasaron previo a la boda.
Me encantan las fotos de Días de Vino y Rosas, que hicieron malabares para sortear la lluvia, y en concreto esta fotografía de abajo. Me recuerda a esas fotos antiguas, al Padrino, otra vez.
El ramo eran flores del jardín de su casa y las alianzas eran de oro rosa, la de la novia con brillantes pequeñinos.
La celebración de la boda fue en la finca de unos vecinos llamada La Cerca (en Almuña). El catering fue el de El Real Balneario de Salinas y la carpa e iluminación se ocupó Auseger. Conchi de Leymar se ocupó de la decoración de las carpas, las flores en la finca y bodegones. De los cuatro me habla maravillas la novia, por su profesionalidad y su amabilidad.