Casilda se casa

Los pajes de la boda fueron sus sobrinos, que iban vestidos con camisas mao de hilo blanco y bermudas crudas A Gatas. La niña iba con un vestido de plumetti comprado en Buenos Aires.

Toda la decoración de la boda en El Palacio de Montarco, corrió a cargo de las familias de los novios. El padre de Rocío diseñó unos faroles de hierro oxidado que llenaron de velas y pidieron ayuda a María Covarrubias de MC Lighting que les consiguió unas ristras de bombillas y unas lámparas de racimo ideales y que dieron un toque mágico a la noche.

Cayetana Soroa, les hizo las invitaciones, los misales, el seating plan y los meseros con vinilos de canciones de Los Beatles

Las flores las puso la novia con Cayetana Soroa y Fiama Baz, del Palacio de Montarco, que le ayudaron. Conseguió a través de un agricultor 50 cajas de fruta antiguas -y con ayuda de la gente que trabaja en la finca La Vide, también de la familia y donde, como en El Palacio de Montarco, se organizan bodas y eventos- las llenaron de lavandas y plantas aromáticas para decorar los jardines y que oliese bien. Compraron hasta el último de los jarrones, 500 velas, candelabros, etc. en un saldillo de Sally L. Hambleton, en Mimub, en Una Boda Original, Rue Vintage 74, etc…

El catering era De Cuatro Catering.

Gonzalo Hurtado Merediz (682769533 o [email protected]) pinchó hasta las mil y a las 3.00 de la mañana Rudy, el novio,  se subió a la galería y desde arriba sorprendió a todos con un chupinazo y pañuelos de San Fermín bordados con sus iniciales. Rudy va todos los años a Pamplona en esas fechas y como este año no podía ir quería celebrarlo de alguna forma.

Después del chupinazo hicieron la «hora loca», una tradición americana que vieron en la boda de Nico, hermano de Rudy, en Panamá y les encantó. Sacaron montones de boas, máscaras, sombreros, gafas y se rieron mucho.

Las fotos fueron de Dias de Vino y Rosas.