La boda de Leticia y Javier en Asturias
Leticia y Javier se casaron el 27 de abril en la iglesia de San Martín de Luiña, un pequeño pueblo que pertenece al concejo de Cudillero. Aunque los dos son de Madrid, les hacía mucha ilusión celebrar una boda rural y un poco más informal. Una celebración donde todo el mundo lo pasase bien, sin muchos formalismos. La comida fue en jardín de casa de Javier.
En el pelo Leticia llevó una corona de flores de cera blancas y azules de Paula de Le Touquet y una trenza de espiga un poco deshecha que hizo Bárbara de Barbareando. El maquillaje muy natural de Reyes de Reyes Tabares.
El vestido es de Nacho Aguayo. «Nacho y yo nos conocemos desde hace tiempo. Desde el primer momento tuve claro que él iba a hacer mi vestido», cuenta Leticia. El vestido es de inspiración años 20 con unas grecas que enmarcan la cintura. Los colores azules hacen referencia a los que Leticia, que es pintora, plasma en sus cuadros.
El ramo fue un regalo de María Salazar, era muy rústico y colorido. Me encantan los nardos azules.
En la iglesia cantó el coro gospel de Rebeca Rods porque hace tres años estuvieron viviendo en Nueva York. Al terminar la misa cantaron Ain’t No Mountain High Enough y hasta los sacerdotes empezaron a aplaudir.
Javier se casó con bigote porque en su despedida publicaron sus amigos una foto de él con un cartel que decía que si llegaba a 1000 likes y le seguías en twitter se tenía que casar con él y así fue.
Para la comida pusieron varias carpas, una mas grande para el comedor y otra mas pequeña para el aperitivo y el baile. La decoración corrió a cargo de María Salazar. «Los centros de las mesas los hicimos con verduras y hortalizas, las servilletas eran de cuadros verdes y blancos y en las sillas pusimos una cinta de arpillera que daba un aspecto muy divertido. Hicimos varios bodegones con frutas y balas de pajas. Había un rincón con un escanciador de sidra, una mesa de quesos y varios puestos de comida que decoramos de forma muy auténtica y asturiana. El techo de la carpa lo llenamos de pompones de colores», explican.
Eligieron el catering de Deloya porque querían un menú muy asturiano. La comida era buffet y había fabada, crema de nécoras, merluza y pitu (plato muy tipo asturiano).
Los sacos de las botellas y algunas banderolas las hizo Paloma Piñar de Cocinera con dedal.
«Para abrir el baile elegimos la cancion It’s now or never de Elvis Presley. Por la noche contratamos unos fuegos artificiales para darles las sorpresa a nuestro padres».
Todas las fotos son de Encuadrados