La boda de Nuria y Luis de Passage Privé
La historia de esta boda en Casildasecasa, comenzó con un post que publiqué en julio sobre este vestido de novia diseñado por Marcela Mansergas. Meses después de publicarlo, alguien me chivó que la portadora del vestido no era otra que Nuria Quilis, antigua redactora de Vogue novias y dueña, junto con su marido Luis, de la tienda de decoración Passage Privé, una de mis favoritas, además de un sitio perfecto para poner la lista de bodas.
Así que escribí a Nuria pidiéndole que me mandara al menos una foto con el vestido puesto por pura curiosidad. Ella muy amable me invitó a ver sus fotos y acabé acercándome a Passage Privé donde charlamos sobre bodas, le encargué unas sillas de colegio vintage y acabamos dando una vuelta por el barrio con su perro y parando a comer quiche en Ganz, un restaurante que acababa de abrir.
Pero volvamos a su boda que es lo que os interesa. Luis y Nuria se conocieron hace 10 años en Malta, eran compañeros de piso, y se casaron años el 31 de mayo de hace cinco años en Valencia. Nuria tenía una colcha antigua de su abuela que quería aprovechar para el vestido y Marcela Mansergas fue la persona idónea para sacarle el mejor partido.
A Nuria le maquilló y peinó su amiga Sylkia –»porque se le da muy bien y como me conoce sabía que quería algo muy natural»–, y los zapatos eran de NDC, hechos a mano y muy cómodos, de ante. Los pendientes eran de su abuela en oro blanco y brillantes y el anillo de compromiso en de ónix y brillante regalo de Luis de Rosa by Bárcena.
La iglesia que eligieron para la ceremonia fue El Patriarca, en el centro de Valencia, muy recogida y pequeñita, la faena fue que a pesar de que no llovía en Valencia desde hacía treinta años por esas fechas al salir de la Iglesia les cayó la mundial.
La celebración fue en Villa Delia, una casa de campo muy típica valenciana rodeada de naranjos. La decoración floral corrió a cargo de Amanda. «No eramos muchos invitados, creo que no llegaron a 140, Luis es segoviano y se cayeron muchos invitados», me contó Nuria. Las chicas de Araventum, Rosana y Lorena, amigas de Nuria se ocuparon de la decoración, «cuidaron mucho los detalles, desde botellas-jarrón colgadas de los árboles, la cristalería, de Zara Home, jaulas con flores…no se les despistó ni un solo rincón».
Luis iba con un chaqué de su amigo Lander Urquijo
El aperitivo lo amenizaron Sedajazz, llegamos con un When The Saints Go Marching In y mi prima Carla, del grupo Domisol Sisters, me cantó a capela I’ m gonna sit right down and write myself a letter.
Una boda sencilla y muy bonita cargada de detalles, gracias Nuria por tu tiempo.