Casilda se casa

Taras y multas

Me gustan las bodas pero odio a la gente empachosa con el tema. Antes me emocionaba cuando los novios bailaban el vals, pero he ido mejorado.

No me gusta mucho el vino, aunque sé que es poco cool admitirlo, tampoco la cerveza, aunque a veces quede “a tomar cañas” (en las que bebo Coca cola).

Siempre he pensado que los cigarros deberían tener diferentes longitudes para cada ocasión. Fumo.

Prefiero el autobus al metro, el McDonals al Burger, trasnochar que madrugar. James Dean a Tom Cruise y Anna Karenina a Ana Frank.

Detesto el cocido, la fabada y las lentejas (lo siento amigo de Oviedo), pero me encantan por este orden el tartar de Inari, el Kubak Rice de Tiki Grill, el arroz con huevo frito de mi madre y la salsa de berberechos que prepara mi amiga Ana.

Casi nunca me desmaquillo por la noche. Me encanta el cine y he visto millones de películas de todo tipo que voy apuntando en una agenda.

Como dice mi blog de cabecera: creo que hay que ser muy mujer para olvidar a un hombre. Cambiando de tercio soy más de Superga que de Converse.

Odio las piscinas frías. Me encantan Santander y Galicia, pero adoro Madrid. Me encanta fijarme en los zapatos de la gente. Soy de ginebra y de vodka (aunque mi amigo Javi diga que es la bebida de las peluqueras) y odio el ron  y las ratas. Me encanta el encaje (pero sólo el bonito).

Tengo un trauma con que me toquen la clavícula. Me da grima ver comer a la gente en las películas. Creo que Ryan Gosling está sobrevalorado y Quique González infravalorado.

Creo que el dinero está para gastarlo y no soporto a las personas que sólo hablan de él. Me encantan, sin embargo, las personas como mi hermana Blanca que siempre están de buen humor, los tímidos, los que se ríen de sí mismos y los que se fuman un puro ante los problemas.

Tengo la voz ronca y soy zurda. Me gustaría viajar a Argentina y a Brasil. Toco un poco la guitarra. No puedo vivir sin café.

Tengo un blog de bodas.