La boda de Raquel y Lalo en Canido
Raquel y Lalo se conocen de toda la vida. Durante un tiempo él vivió en Australia “Cuando volvió a España lo que parecía que sería un reencuentro de amigos otro verano más terminó con mi mudanza a Australia unos meses después. El tiempo que pasamos allí fue un sueño», recuerda la novia.
Después de cinco años se prometieron un 10 de Julio en el concierto de Coldplay en Berlín. «Al día siguiente en el aeropuerto empezamos a organizar la boda. Me daba una pereza enorme estar un año dándole mil vueltas a todo así que, nos casamos en 3 meses el 29 de Octubre».
La maquilló GIOVA con un maquillaje muy natural. Para el pelo se decantó por un moño bajo.
«Para la Iglesia llevé los pendientes de la pedida y la sortija de la pedida de mi abuela de platino y brillantes, una joya muy especial» nos explica la novia.
Para la comida y baile llevó un broche de su bisabuela y pendientes de brillantes que le prestó su madrina.
Los zapatos eran de Massimo Dutti.
«Hace años mi abuela me regaló su vestido de noche de bodas. Yo no tenía ni novio de aquellas… jajaja pero me hizo tanta ilusión que lo guarde como oro en paño. Pensaba que también me lo pondría como camisón el día que me casase, pero en el momento en que decidí casarme express sabía que tampoco tenía mucho tiempo para darle muchas vueltas a nada».
Habló con Alejandra de Valzú, y juntas hicieron algo muy especial. Conservó el encaje antiguo hecho a mano (seguía intacto después de 70 años…), y un poco el patrón de vestido lencero.
«Como el vestido era muy sencillo y para la Iglesia tenía que llevar algo que me cubriese un poco pensamos en hacer la capa. La tela fue una seda salvaje bordada a mano que encontré en unos telares en Coruña, fue amor a primera vista, se la enseñé a Alejandra y se lanzó a por ello».
Lalo llevó Chaqué de Sastrería Ces.
Se casaron en la capilla de Los Liñares, en Canido. Sitio donde crecieron y al que le tienen mucho cariño. El coro fue el Coro universitario de la Universidad de Vigo.
En cuanto a la decoración de la Iglesia se encargó Casaplanta. Pusieron dos arces a ambos lados del altar, helechos repartidos por la Iglesia y dos olivos a la salida de la Iglesia en recuerdo al abuelo de Lalo.
El ramo con el que entró en la Iglesia era una enredadera de alambre.
La celebración fue en Pazo do Mosteiro. «Iria, hija de los dueños y encargada de llevar el Pazo fue super cercana desde el primer momento y nos puso todas las facilidades del mundo».
De la decoración floral en el pazo se encargó Augaluz. En las mesas del cóctel volvieron a tener protagonismo los helechos. En las mesas del comedor hiceron caminos y decoraron con velas que encarguaron a un artesano de Coruña. «En el sitting fue el único sitio donde pusimos variedad de flores, quedó precioso y súper alegre».
La entrada al comedor la hicieron con Cold Heart, de Dua Lipa.
Los dos ramos que entregaron a sus abuelas se lo hicieron las hermanas de la novia la mañana de la boda con flores del jardín, eran rododendro y camelio.
Para la comida y baile, Valzú le hizo unos mitones en tono champagne y llevó una bufanda/chal de cashmere en crudo.
Eligió a Nuria Cervera Chefs para el catering.
El baile lo abrieron los novios con Perfect de Fairground Attraction, después Raquel con su padre y Lalo con su madre bailaron Save the last dance, de Michael Bubblé
De la música se encargo Peche de Gilca Sound. «¡Superó nuestras expectativas a otro nivel!».
«Mi hermana Alba (mi melliza) se encargó del diseño/ideas de toda la decoración y ubicación de los espacios y de las flores tanto en la Iglesia como en el Pazo. Se dedica también a los eventos y fue un apoyo fundamental. Que, casándome en tan poco tiempo fue una ayuda importantísima».
Las fotos las hizo dos mas en la mesa.