La boda de María Garrido en Madrid
«Nos fichamos en un evento y acto seguido nos empezamos a seguir en Instagram», así se conocieron la influencer María Garrido y Borja Reyes, cofundador de Voiash Discover y Yungle Marketing. «Quedamos a tomarnos un vino en Los Gallos y estuvimos allí hasta que un camarero se acercó a decirnos que ya habían recogido todo e iban a cerrar», recuerda la novia.
Borja le pidió que se casara con él dando un paseo por la playa durante un viaje e iban a hacerlo el 1 de mayo de 2021. Sin embargo, «dadas las circunstancias e incertidumbre que hemos vivido todos estos meses, decidimos adelantar lo realmente importante». Organizaron todo en una semana y media con ayuda de Laura y Andrea de Fit For Weddings.
María se preparó, junto a su familia, en el The Westin Palace de Madrid mientras desayunaban todos juntos. Para el maquillaje confió en Chelo Escobar a la que la novia ya conocía desde hace tiempo y, para el peinado, se fue con con su madre y abuela a Coolday Madrid, su peluquería de confianza.
En este día tan importante, «fui fiel a Narciso Rodriguez que es el perfume que suelo utilizar en ocasiones un poco más especiales y a Borja le chifla», asegura la novia. Como joyas, llevó el anillo de pedida de Del Páramo Vintage Joyas, unos pendientes y unas pulsera de Joyería Román, regalo de sus padres.
El vestido de novia en tweed era un diseño de Isabel Nuñez, «a la que ya conocía de antes y tengo especial cariño. Supo exactamente crear el vestido perfecto para la ocasión, al ser una boda íntima e informal pensamos que fuera midi».
María empezó trabajando como imagen en diferentes firmas de novias, «no podría decir cuántos vestidos me he puesto, pero gracias a eso sabía perfectamente qué me favorecía y cómo me sentiría más cómoda el día de mi boda», asegura.
Los zapatos eran de Salo Madrid, «quería que fuesen sencillos, pero luego pensé en añadirle un lazo para que tomasen protagonismo», cuenta María.
Para el ramo y toda la decoración floral de la ermita y de la casa de los novios, donde fue la celebración, contaron con Búcaro.
A la ceremonia solo acudieron padres, hermanos y abuelos y fue en la ermita de Todos Los Santos. Pero la retransmitieron a través de Zoom para que el resto de la familia y amigos pudiesen estar presentes.
«Al salir de la iglesia, unos íntimos amigos nos sorprendieron y nos emocionamos muchísimo», recuerda María.
Los novios valoraron celebrarlo después en un restaurante u otro espacio, pero ninguno les convencía y decidieron hacerlo en su casa. «Gracias a Cristian de Búcaro la casa estaba preciosa y disfrutamos muchísimo todos. Ha sido la mejor elección que hemos podido tomar, nunca me imaginé que mi boda fuese así, pudimos disfrutar de nuestra familia y de cada momento con calma y alegría de poder hacer algo tan importante».
María y Borja quieren hacer una fiesta con sus amigos, si es posible, el 1 de mayo tal y como estaba planeado, «pero si las circunstancias no acompañan ya hemos podido hacer lo que realmente nos hacía especial ilusión; ¡¡casarnos!!».
Para las fotos, contaron con Sara e Iko de Kunydiamond Studio. «Durante la cuarentena hice videollamadas con fotógrafos que me recomendaban o conocía y, sin duda, tuve una conexión especial con ellos. Al adelantar la boda, la llamé rápidamente y se desplazaron a Madrid sin dudarlo».