Mi primer vestido largo fue una especie de túnica azul marino que me diseñó Helena Mareque para una fiesta a la que me habían invitado. A pesar de que, en ciertas fotos, parecía Monserrat Caballé me sentí cómoda con él y siempre que he podido lo he reciclado. Me recuerda un poco a esta bata de Namur, que ha fotografiado Álvaro de Chachacha Photo y que bien podría ser un vestido de novia. Me parece que las túnicas permiten una sensación ligera y despreocupadas sin dejar de resultar elegantes, puede que, de casarme, lo hiciera así.
3 comentarios
tienes un blog que me encanta y qué alegría me ha dado verte nuevamente por aqui ! Genial. Te leo. Me gusta 🙂
https://amicubasite.com/2017/06/04/que-se-nos-cansen-los-pies-nunca-los-pasos-2/
Me parece espectacular con la cintura anudada.
https://labonitista.etsy.com/
Me gustan los vestidos túnica y me gusta mucho el corte y el estilo de este vestido. Sí, creo que es una buena opción para casarse.
Un saludo