
La fotógrafa Rachel Chandler se casó en una ceremonia pequeña y familiar en Los Angeles con Tom Guinness en febrero de 2012 (foto arriba).
Un año después y movida por las quejas de sus amigos, que lamentaban no haber sido invitados al enlace, decidieron volverse a casar en la casa de un amigo en Gloucestershire, Inglaterra.


De las flores se ocupó Juliet Glaves eligiendo las mimosas como punto de partida. La guirnalda fue una de las primeras cosas que la novia se imaginó cuando empezó a planear su boda, pero Juliet fue más allá y toda la boda olía a mimosas.

En una carpa se sirvió la cena (el baile tuvo lugar dentro de la casa) y el revestimiento fue pintado a mano por un artista local con helechos. Preferían mesas largas antes que redondas.

De los menús se ocupó el artista Happy Menocal.

El vestido era de crepe de seda limpia y llevó un corte de pelo nuevo, se lo cortó media hora antes de la boda. «Aquí estoy llegando a la fiesta. Me vestí con Haider Ackermann (que diseñó el vestido), mi amiga Scarlett Carlos-Clarke (que me hizo el pelo) y unos cuantos amigos más», explica Rachel.

Sabeis que no soy nada de fan de cortar la tarta pero quería que vierais el vestido.


7 comentarios
Impresionante!! me ha gustado todo: el vestido, la tarta, el menú, y las mimosas 🙂
Espectacular la boda y espectaculares las fotos, estas y las de Vogue.com
http://costafotografo.blogspot.com.es/
Nos quedamos con la carpa de la cena!
Entorno ideal. Una pena que no se vea bien el vestido, porque parece prometedor. Me ha encantado la tarta.
http://janafragola.blogspot.com
Yo quiero la puerta de mi casa plagada de Mimosas todos los días del resto de mi vida!!!
Pues para haberse cortado el pelo media hora antes… parece que lo lleva sin peinar.
Salvo esto, que me ha sorprendido, una boda con mucho gusto, divertida y sin excesos.